Hello, friends of good memories.
Today I'll tell you about one of my fondest, yet saddest memories: the day I met my brother Rasiel. The thing is, despite appearances, I have an older brother. That's not the most interesting part. The dramatic twist in this novel is that I met him the same day he met me and our father. And yes, it's the same day this photo was taken. In 1994.
The thing is, my father was never a good father. He wasn't to me, and we lived together. For my brother, he was just the one who gave him his last name. But he wanted to meet his biological father, and he insisted so much with his mother that she contacted him and arranged this meeting.
The photo was taken at the zoo near my house. I was eight years old, and my brother was fourteen. He was tall, with blond hair and blue eyes... nothing like me physically, but he looked exactly the same to me. I was so happy back then: I had a brother!
I had gone to bed the day before as an only child, and now I had a brother to brag about to my friends at school.
That was an incredible day. We walked around the zoo from top to bottom. My innocence didn't let me see how he felt. For me, it was incredible to meet him. I always had my father, but Rasiel wanted to meet his father, and as an added bonus, he found out he had a brother. The day ended, and I didn't see him again until 2018, twenty-four years later. That's the sadness.
He already had a son and was living in the United States. He looked for me when he returned to our country for a visit. It was another immense joy, and at the same time, another sadness. He left again, and once again, I haven't heard from him.
I had another photo from that day, where the three of us were together, back at the zoo in 1994, but when he and I saw each other in 2018, our father had already passed away, so I gave it to him. I don't know if he kept it or if he remembers any of it. I don't know if he remembers it the same way I do.
Since then, there is no time that I return to the zoo and remember that significant day and become filled with nostalgia.
As the song says, all I have are photos and memories.
Versión en español
Hola, amigos de los buenos recuerdos.
Hoy les hablaré de uno de mis más gratos y a la vez, triste recuerdo: el día en que conocí a mi hermano Rasiel. Sucede que, a pesar de lo que parece, tengo un hermano mayor. Eso no es lo más interesante. El giro dramático en esta novela, es que lo conocí el mismo día en que él me conoció y conoció a nuestro padre. Y sí, es el mismo día que fue tomada esta foto. En el año 1994.
Sucede que mi padre jamás fue un buen padre. No lo era conmigo y vivíamos juntos. Para mi hermano, solo fue el que le puso el apellido. Pero él quería conocer a su padre biológico y tanto insistió a su madre que ella se puso en contacto y coordinó esta cita.
La foto fue tomada en el zoológico cercano a mi casa. Yo tenía ocho años, mi hermano catorce. Era alto de pelo rubio y ojos azules… nada parecido a mí físicamente, pero yo lo veía idéntico. Tanta era mi alegría en aquel entonces: ¡Tenía un hermano! Me había acostado el día anterior como hijo único y ahora tenía un hermano del que ostentar ante mis amigos de la escuela. Aquel fue un día increíble. Paseamos ese zoológico de arriba abajo. Mi inocencia no me dejó ver cómo era que él se sentía. Para mí era increíble conocerlo. A mi padre siempre lo tuve, pero Rasiel a quien quería conocer era a su padre, y como bonus extra, se enteró que tenía un hermano. El día se acabó y no lo volví a ver hasta el año 2018, veinticuatro años después. He ahí la tristeza.
Ya él tenía un hijo y vivía en los Estados Unidos. Me buscó cuando regresó de visita a nuestro país. Fue otra inmensa alegría, y al mismo tiempo otra tristeza más. Se volvió a ir y nuevamente, no he sabido más nada de él.
Tenía otra foto de aquel día, donde estábamos los tres juntos, allá en el zoológico en 1994, pero cuando nos vimos él y yo en el 2018, ya nuestro padre había fallecido, así que se la regalé. No sé si la conservó o si se acuerda de algo de esto. No sé si lo recuerda del mismo modo que yo.
desde entonces, no hay vez que regrese al zoológico y recuerde aquel día tan significativo y me llene de nostalgia.
Como dice la canción, solo tengo, fotos y recuerdos.