Desde que te fuistes de mi vida, no había encontrado nada más que te sacara de mi memoria, que me hiciera olvidarte aunque sea un momento, solo por unas horas. Solo eso me hacía falta para darme cuenta que no siempre te necesitare para ser feliz, antes de probar aunque sea una gota de este adictivo manjar, me encontraba encerrado en un mar de lágrimas, navegando sin rumbo alguno, sin encontrar alguna salida, la cual me llevara a la felicidad.
Solo al probar el primer sorbo de mi primera copa de vino, fue que entendí que existen otras cosas que te pueden ofrecer ese apego de que las personas pueden alejar de ti, que no siempre necesitas a una persona para disfrutar de un buen momento, también puedes encontrarlo en un vaso de whisky, de vodka, o cualquier otro tipo de alcohol… Si, sé que el alcohol es dañino para nuestro organismo, pero solo las personas de buen paladar encontraran ese sabor tan delicado y sublime, más allá de sus sabores amargos o agrios, hay personas como yo que han encontrado ese sabor oculto, ese sabor que no todo el mundo puede manejar.
Sus sabores tan fuertes pueden regañar a cualquiera persona que no se encuentre preparada, a esas que lo toman sin pensar, sin imaginarse que tan puro se debe tomar, o poder ligarlo con los sabores adecuados. Muchas personas exceden sus tragos, no mantienen el autocontrol a la hora de tomar, pero hay un límite que el cual tu memoria se olvida de todo, por ese tiempo, tu mente se encuentra feliz, una felicidad que no encuentras como explicar.