Mis mejores deseos para todos los miembros de la prestigiosa plataforma HIVE BLOG, en especial, a los creadores de contenido relacionado con las Ciencias Naturales.
Existen factores climáticos que tipifican determinadas áreas geográficas, a tal punto, que han permitido a los científicos establecer unidades ecológicas conocidas como biomas, con límites muy precisos, espacios fronterizos conocidos como ecotonos y con una flora y fauna característicos de cada zona, que han logrado adaptarse evolutivamente a condiciones ecológicas que les permiten sobrevivir y dejar una descendencia que garantiza la perpetuación de la especie.
Vista panorámica de las montañas de Mucuragua, fotografiadas desde el sector conocido como Mojomú, al este del caserío Usera, parroquia Águedo Felipe Alvarado, municipio Iribarren, al norte del Edo. Lara, asiento fundamental del bioma de bosque xerófito. Altitud: hasta 900 m s.n.m.
Coordenadas geográficas:10.426306,-69.300611
Bioma de matorral o arbustal xerófito, ubicado en el caserío Peñasco Curarí, parroquia Águedo Felipe Alvarado, municipio Iribarren, al norte del Edo. Lara. ;Altitud: 600 m s.n.m. Coordenadas geográficas: 10.348639,-69.395389
En el Edo. Lara, en Venezuela, existe una variedad de biomas muy importantes para definir la biodiversidad de fauna y flora presentes en los espacios geográficos, destacando el bioma conocido como arbustal o matorral xerófito, y el bosque seco, semicaducifolio o bosque xerófito, que, normalmente, son vecinos geográficos y dependen de la altitud, la cantidad de insolación presente y, sobre todo, de la cantidad de precipitación medida en mm de agua caídos cada año, por metro de superficie. Ambos biomas se consiguen en toda la geografía del estado Lara, pero con mayor amplitud y frecuencia en el sector norte de la región, en la parroquia Águedo Felipe Alvarado, del municipio Iribarren y en las zonas fronterizas con el Edo. Falcón.
Ejemplares de cactus buche (Familia Cactaceae, Especie Melocactus curvispinus), son representantes de la bidiversidad del bioma de bosque xerófito y a pesar de su terrible estructura armada con hojas modificadas en espinas, sus frutos, y el material almacenado en su tallo craso, es fundamental en las cadenas de alimento de muchas especies de fauna, que lo consumen, obteniendo nutrientes fundamentales y sobre todo, una fuente segura de agua, almacenada en todo el cuerpo de esta especie de la Familia cactaceae. Las semillas del cactus buche son tan resistentes como la planta, lo que dificulta su distribución natural, por lo que los jugos gástricos de las especies animales que consumen el fruto y semillas del melocactus minan la resistencia de las semillas, que al ser excretadas por el herbivoro, germinan con mayor rápidez, favoreciendo la propagación y por ende la perpetuación de esta especie vegetal.
Especies como esta planta de parchita silvestre (Passiflora foetida), son fundamentales para el desarrollo de las cadenas de alimento entre las especies de fauna presentes en el bosque xerófito, ya que proveen nutrientes, son fuente de agua y aportan un microclima excelente para que entre sus ramas o bajo su cobertura se desarrollen especies de animales y vegetales de pequeño porte, mejorando la calidad el suelo. La planta recibe como beneficios el abonamiento de sus raíces con los excrementos y cuerpos de animales muertos, así como, la polinización de sus flores y la dispersión de sus semillas.
Se ha establecido que el bioma de matorral xerófito tiene áreas de altitud que oscilan entre los 0 y los 500 m s.n.m. y los niveles de precipitación pueden llegar hasta los 500 mm, con un grado de insolación que abarca entre 8 y 10 horas del día, determinando temperaturas agobiantes a plena exposición solar que pueden alcanzar hasta los 38° Celsius. Las temperaturas bajo sombra son más benignas y oscilan entre los 24° y los 32° Celsius, bajando de forma importante durante las horas de la noche (20° a 26° Celsius), motivado a la ausencia de estructuras que capten y conserven el calor proveniente de la radiación solar.
El bioma de matorral xerófito adyacente a la vía de penetración agrícola que conduce al caserío Peñasco Curarí, parroquia Águedo Felipe Alvarado, municipio Iribarren, al norte del Edo. Lara,nos muestra cardones, cujíes, alguns plantas de sábila y una carretera polvorienta, sin rastros de humedad. Noten la limpidez del cielo y la inexistencia de estructuras que puedan acumular energía radiante durante las horas del día. Altitud: 450 m s.n.m., Coordenadas Geográficas:10.348639,-69.395389
Es comprensible que en estas condiciones ambientales, tanto la fauna como la flora existentes, así como otras formas de vida pertenecientes a otros reinos, se hayan adaptado para poder sobrevivir en un clima seco, en el cual, la evaporación supera las precipitaciones; para poder cumplir con su objetivo básico, de dejar descendencia fértil.
Esta tuna del Género Opuntia, ubicada en un bioma de matorral xerófito en el caserío Curarí, se ha especializado en almacenar nutrientes y agua en los cladodios (tallo foliáceo aplanado, con la forma y función de una hoja), para compensar la escasez precipitaciones en esa zona biogeográfica.
Este pájaro carpintero (Melanerpes rubricapillus), habitante común del bioma de matorral xerófito, ha adaptado la región anterior de su cuerpo (cabeza, cuello y pico), para buscar y atrapar larvas de insectos que viven bajo la corteza de los árboles de cardón. Los colores de su plumaje les permiten pasar desapercibidos ante otras especies depredadoras mientras realiza sus labores de cacería, o depredación.
En cambio, el bioma de bosque seco semicaducifolio o bosque xerófito, que es vecino geográfico del bioma de matorral xerófito, se caracteriza por presentar áreas de altitud que oscilan entre los 500 y los 900 m s.n.m., niveles de precipitación que alcanzan los 1000 mm al año y una evapotranspiración superior, que puede alcanzar hasta los 2000 mm al año.
Árboles caducifolios y un denso pajonal introducido como recurso de pastoreo en tiempos remotos, han tomado toda la parte alta de la montaña Mucuragua, un bioma de bosque xerófito semicaducifolio, caracterizado por un hermoso color verde, indicativo de la presencia de agua que es retenida por los vegetales antes de ocurra la evapotranspiración y facilita el desarrollo de la vida. El cielo se torna nublado, con posibilidades de precipitaciones esporádicas, especialmente en las primeras horas del día.
A pesar de que las estadísticas dan un balance de agua negativo, la cobertura vegetal del bosque semicaducifolio o bosque xerófito, favorece la protección contra las altas temperaturas a libre exposición solar, aportando un clima y una temperatura ambiental más benigna que la que se presenta en el bioma de matorral xerófito y eso lo han entendido las especies animales que aquí habitan, de modo que muchas de ellas tienen hábitos crepusculares, vespertinos, diurnos y nocturnos, a diferencia de las especies del matorral xerófito, donde es más pronunciada la diferenciación entre especies diurnas y nocturnas.
Las avispas forrajeras (Orden Hymenoptera, Familia Vespidae, Especie Apoica pallens), del bosque seco tropical semi caducifolio, o bosque xerófito, de la montaña Mucuragua, se caracterizan por tener hábitos de alimentación y formación de enjambres durante las horas de la noche, dedicando las horas diurnas a cuidar la colmena y a guarecerse del peligroso aumento de la temperatura ambiental que las afecta directamente, por los esfuerzos y gasto energético que conlleva la actividad forrajera o de busqueda de alimentos, tanto vegetales como animales.
Las especies vegetales del matorral xerófito presentan adaptaciones evolutivas dirigidas a evitar la pérdida de agua, y a conservar los nutrientes, por lo han modificado sus hojas en espinas, florecen casi siempre durante la noche y por poco tiempo, les ofrecen dulces tentaciones a sus polinizadores, tales como flores apetitosas, de pétalos grandes, con abundantes estambres productores de polen, una provisión nutritiva de los nectarios, raíces superficiales para aprovechar las torrenteras de agua caídas con las pocas precipitaciones de la zona, así como tallos transformados en órganos de reserva, que almacenan agua y otros nutrientes fundamentales, que son usados en momentos críticos cuando el clima se vuelve implacable. Es necesario destacar que las especies vegetales presentes en el bioma de matorral xerófito se han especializado en realizar la fotosíntesis durante la fase diurna, aprovechando la presencia de luz solar, pero el recambio gaseoso, a través de los estomas se realiza durante las horas de la noche, para evitar la pérdida de gases y humedad, vitales para realizar la fotosíntesis y el resto del metabolismo celular.
La tuna o nopal (Familia Cactaceae, Especie Opuntia ficus-indica), se caracteriza por presentar espinas en lugar de hojas, tallos y ramas convertidos en cladodios, apetitosas flores y frutos, de llamativos colores y raíces superficiales, adaptaciones que les han permitido sobrevivir en los complejos biomas de matorral xerófito, sin olvidar que han adoptado el metabolismo ácido de las crassuláceas (CAM), todo esto para preservar y perpetuar la especie.
Las especies pioneras existentes en el bioma de matorral xerófito están confinadas a crecer a nivel del sotobosque, muy cerca del suelo, ya que no existen grandes grupos de árboles que permitan la acumulación de humedad y el posterior desarrollo de hongos, líquenes y briofitas en las alturas de ramas y tallos de árboles. La mayoría de las veces los vegetales de mayor porte dentro del bioma de matorral xerófito se limitan a los cardonales, alguna que otra mamita, chaparros y escasos árboles de curarí, flor amarillo, cují y úbeda, que crecen en sitios aislados, unos de otros.
Imagen que muestra los elementos fundamentales del bioma de matorral xerófito, ubicado en el caserío Peñasco curarí, a unos dos km de la vía que conduce desde Bobare a Charco Largo, margen norte, parroquia Águedo Felipe Alvarado, que incluyen cardonales, yavitos, cujíes, y tunas, asentadas en un suelo amarillento, polvoriento y reseco. Hemos puesto mucho empeño en encontrar briofitas, hongos, o líquenes, todas especies pioneras, pero solo se encuentran en épcas de precipitaciones, sobre todo en el mes de octubre y pronto desaparecen, al mismo ritmo que se evapora el agua. A la derecha del cardón, en esta imagen, se observa un delgado tallo de una vera, que aún tiene rastros de líquenes costrosos, muy unidos al tronco donde crecen.
Considerando que en las zonas ocupadas por el bioma de bosque xerófito, al norte del Edo. Lara, es común que en las primeras horas de la mañana el cielo esté cubierto por niebla y neblina, la cual se condensa y precipita en forma de rocío, fijándose sobre las plantas, y muchas otras estructuras, humedeciendo el suelo, formando pequeñas gotas de agua; muchos vegetales (Familia Bromeliaceae, pastos silvestres, entre otros), han adoptado una morfología para sus hojas conocida como roseta basal, constituida por largas hojas a modo de espada, que recogen ese rocío mañanero y lo conducen hasta las raíces, siendo, muchas veces, la única forma de proveerse de la hidratación requerida para el metabolismo celular durante todo el día.
Las macollas de pasto (Orden Poales, Familia Poaceae), así como las especies de la Familia Bromeliaceae, incluida la piña, y los gallitos, tinlansias, entre muchas otras, presentan una morfología con hojas largas, tipo espada, ubicadas alrededor de la raíz y tallo caulescente, formando una estructura conocida como roseta basal, que les permite captar el rocio, que se condensa y en forma de gotas, baja hasta las raíces, proveyendo la hidratación fundamental para el metabolismo celular.
Las especies pioneras (briofitas, hongos y líquenes) se desarrollan dentro de los ecosistemas del bosque xerófito semicaducifolio aprovechando la sombra que brinda la cobertura vegetal para crecer, afianzadas en la humedad que se recoge sobre las ramas y troncos de los árboles, sobre estructuras de piedra y en el propio sotobosque, alimentándose del sustrato, preparando el terreno para hacerlo viable a otras especies animales y vegetales, permitir el desarrollo de la vida y la acción efectiva de las cadenas de alimento.
Un liquen costroso se desarrolla sobre el tronco de un árbol talado, con cuyo sustrato se fusiona muy bien, aprovechando la humedad presente en el ambiente del bioma de bosque xerófito, ubicado en el sector El Toro, cerca del caserío Usera, a unos 790 m s.n.m.
Briofitas, bromelias y líquenes, creciendo sobre el tronco de un árbol no identificado, estimuladas por la acumulación de agua sobre la superficie que les sirve de sosten, destacando que tanto las briofitas como los hongos y líquenes tienen la capacidad de degradar el material que constituye la corteza del árbol hospedero. .
Musgo, una briofita, especie pionera, creciendo sobre el suelo y en la base del tronco de un árbol, ubicados en el bosque xerófito del sector Mojomú, de la montaña Mucuragua, a umos 850 m s.n.m.
Los invito a visitar estos biomas de matorral xerófito y bosque xerófito, al norte del Edo. Lara, para que tengan un mejor punto de vista, en torno al papel que desempeñan las especies existentes en estos espacios geográficos en el complejo entorno de las relaciones ecológicas.
Adentrándome en el corazón del bioma de bosque xerófito, en la montaña Mucuragua, durante una jornada exploratoria con fines recreacionales y educativos. Por supuesto, es necesario tener alguna aptitud física para la caminata y ciertas medidas de seguridad, además de conocer la zona visitada o contar con un baqueano.
BIBLIOGRAFÏA SUGERIDA:
El apetito por el carbón vegetal arrasa el bosque xerófilo de Lara. FUENTE
Bosque seco. FUENTE
Daños ecológicos causados al bosque xerófito del norte del Edo. Lara, por acción de los cultivadores de piña. FUENTE
Gracias por visitar mi blog:
Ali Riera
Todas la imágenes fueron tomadas con un equipo celular Xiaomi Redmi 9C, y son propiedad de @aliriera.