Llegué un poco tarde, pero es que las condiciones adversas no me han dejado interactuar acá en Hive.
Los Dodgers repitieron el título. Por mucho que me hubiese gustado que Toronto impidiera este suceso, tengo que reconocer que los muchachos de Dave Roberts jugaron a otro nivel.
Ya lo había dicho antes, cuando eliminaron a los Phillies. La mentalidad de los Dodgers es de envidiar. Siempre tienen la cabeza fría para aprovechar cada momento sin importar que fuese a la ofensiva o a la defensiva. Sin pitcheo de relevo no se gana en las Grandes Ligas, pero ¿quién necesita relevo cuando tus abridores aguantan hasta el final?
No sé cuántas veces los pájaros canadienses la tuvieron en sus manos. De hecho, ya me habían dado en la nariz el día en que los subestimé, y creí que los Mariners los tenían acorralados. Pero así es el béisbol. No puedes subestimar a ningún rival hasta el último out. Tienes que trabajar hasta el último out. Yo creo que muchos años van a pasar hasta que Toronto tenga una oportunidad como esta.
Excelente ejemplo el de los Dodgers. Un equipo que invierte, y que invierte bien, pero también es un equipo que resuelve, y que ha jugado la pelota exacta. De nada vale gastar tanto billete si en el terreno no hay disciplina, concentración, y más bien hay exceso de ego, como es el caso de alguno que otro equipo.
Ahora llega una etapa triste, pues hasta el año que viene no tendremos béisbol de altos quilates. Lo bueno es que estaremos en conteo regresivo para el Clásico de 2026, torneo que calentará los motores para la campaña que se avecina. Nos vemos pronto con otros deportes.
Banner creados en Canva con recursos gratis de la app
Texto corregido con ayuda de Language tool
