Tirar un juego completo no es cosa que se vea mucho en pleno 2025. Yamamoto, el samurái de la lomita de Los Ángeles, lo hizo en la más reciente noche. Al frente tuvo al equipo más ganador de la temporada regular. Pero esto es postemporada. Lo que se logró antes apenas nos sirve para las batallas del presente.
El hecho de lanzar todo el partido demuestra que aunque existan novedades en la forma de jugar béisbol, siempre cabe la posibilidad de aplicar lo que se considera obsoleto. Con la de anoche, suman dos victorias consecutivas para los Dodgers, quienes han imitado muy bien a los Marineros de Seattle, al someter cada uno a sus rivales jugando como visitantes.
La diferencia ha estado en lo quirúrgico que han jugado los Dodgers. Con apenas 3 lanzadores han resuelto desde la colina solitaria. Por su parte, los bateadores han aprovechado las pocas fisuras que le dejan los pitchers contrarios, dando los bambinazos necesarios, no más que eso. Y ni hablemos de la defensa, casi inmaculada, y con jugadas bellas y salvadoras.
Creo que los Dodgers son un equipo diferente. Son más fríos y calculadores que el resto de los que quedan en el camino. Tienen muchas opciones que pueden utilizar para desmembrar al contrario y, por otro lado, su manager, tan criticado en tantas ocasiones, es también muy impredecible.
Ahora la serie se muda para la ciudad del cine comercial. Para mí está tan sentenciada como la otra. Es solo cuestión de tiempo. Esperemos por el bien del espectáculo, que me encuentre equivocado.
Banner creados en Canva con recursos gratis de la app
Texto corregido con ayuda de Language tool

