Hoy estuve en el banco retirando dinero en efectivo. Yo trabajé veinte años en ese banco, pero ya muy pocos se acuerdan de mí, imagino que me tratan como a cualquier cliente, imagino que el trato que recibo en taquilla es el trato que se le da todo el mundo. Comento esto porque sentí que no me trataron con la deferencia con que yo solía tratar a la gente. Eso por sí solo no sería una sorpresa, pues las personas son distintas, cada cajero es un mundo. El trato que recibí no fue malo, pero sí tuvo un detalle que quiero escribir hoy para marcar una línea en las olas del espacio, algo que podría servir como referencia futura.

--- ***Créditos del texto e imágenes: Amaponian Visitor (@amaponian)*** ---
[**Introducemyself**](https://hive.blog/introduceyourself/@amaponian/meet-joe-black)
[**Mis Tonterías**](https://hive.blog/@amaponian/me-da-flojera-escribir-en-steemit)
Cajera en el Banco de La Nación, Plaza de Armas, Chao, Perú, 10-May-2019
Recibí el efectivo. Había más de cien billetes, le pregunté a la cajera: --***"¿Puedo contarlos?"*** > *--"Sí, pero hágalo aquí frente a la taquilla"* Contar el dinero mientras el cajero espera y observa es un derecho natural que pocos clientes demandan, es una situación que tiene varios problemas teóricos tanto para el cajero como para el cliente. El cajero necesita despejar la taquilla para atender a otras personas y al cliente no le interesa que el mucho movimiento de efectivo sea visible para el resto de las personas que están en el banco donde, vale decir, puede haber **amigos de lo ajeno**. Conté el dinero y no me cuadró la cuenta, probablemente estoy fuera de forma, ya estoy lejos de ver de cerca, o siquiera tocar, los volúmenes de efectivo que manipulaba yo en el banco. El sentido del tacto se atrofia y sin duda se pierde la sensibilidad para pasar los billetes a altas velocidades. Le dije a la cajera: --***"¿Podrías pasarlo por la contadora?"*** Éste es el punto crítico de esta historia. La cajera me miró con desconcierto y contestó: > *--Señor... Eso ya está pasado por la contadora.* Yo la miré, le eché un vistazo rápido a la contadora, y le dije: --***"Ok. Gracias"***--y me fui. Me di cuenta que ella no era capaz de ponerse en el lugar del cliente, la contadora estaba orientada hacia el cajero, el cliente nunca podría ver el conteo allí porque ni siquiera podía ver la pantalla. El cajero promedio suele ignorar o desestimar el hecho de que el cliente quiera apoyarse en lo que ve en la contadora para evitar recontar el dinero que recibe. Yo siempre ponía la contadora de lado, visible para el cajero y para el cliente, de manera que el cliente pudiera testificar el conteo y decidir luego si quería recontar o no. Se gana tiempo y el intercambio se vuelve más amigable. Sé que no voy cambiar el mundo, pero tal vez algún cajero lea esto y le de algún valor.--- ***Créditos del texto e imágenes: Amaponian Visitor (@amaponian)*** ---
[**Introducemyself**](https://hive.blog/introduceyourself/@amaponian/meet-joe-black)
[**Mis Tonterías**](https://hive.blog/@amaponian/me-da-flojera-escribir-en-steemit)