Ayer tuve la oportunidad de visitar El Laguito, un bonito parque ubicado cerca del Círculo Militar en Los Próceres, y fue toda una experiencia. Es un rincón de la ciudad perfecto para desconectarse y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, alejado del ruido y del bullicio de la ciudad.
Está rodeado de árboles que ofrecen una sombra agradable, y en el centro está el lago. El agua, aunque algo turbia y con algas, tenía su encanto. Mientras nos quedamos contemplando el paisaje, vimos peces y tortugas moviéndose en el agua.
Por un momento las tortugas me recordaron al morrocoy que tuve cuando era niña, que se llamaba como el niño famoso del vídeo de los payasos: FE-LI-PE. Había tortugas de todos los tamaños, y había peces súper grandes, y también súper pequeños.
Decidimos hacer un picnic, pero no llevamos los sándwiches ya hechos. En lugar de eso, nos llevamos todo lo necesario para prepararlos ahí mismo: jamón, queso, atún, salsas y jugo. Fue divertido y tierno ver a mi amorcito prepararlos. Después de comer, un pato decidió hacernos compañía, seguramente atraído por el olor de la comida. Mi novio, con mucha paciencia, le dio un poco y luego le explicó (sí, le habló al pato 😄) que ya no teníamos más. Al final, el pato entendió y se fue.
Cerca de nosotros había un chico con una guitarra, en un entorno súper romántico, seguramente cantándole canciones de amor a su novia, mientras que las caminerías estaban llenas de personas paseando e incluso había varios perritos con sus dueños, disfrutando tanto como nosotros.
Este pequeño escape me recordó la importancia de tomarse un tiempo para desconectar y reconectar con la naturaleza, con los demás y hasta con los recuerdos. Definitivamente, si buscas un lugar tranquilo para pasar un rato agradable, El Laguito es una excelente opción.
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