Cuando era niño, en casa, con el techo de zinc, la lluvia tenía un sonido mágico. Me gustaba mucho quedarme escuchando cómo las gotas golpeaban una y otra vez, como un tambor invisible que no cesaba, siempre, cometido debajo de la cama. Pero esa magia venía acompañada también de un montón de costumbres que parecían más que eso, eran como reglas no escritas para protegernos del mundo invisible que, para mis papás, siempre estaba ahí, acechando.
Recuerdo bien que cuando la tormenta arreciaba, mamá prendía un manojo de ramo bendito, no para aromatizar la casa, sino para alejar los males. Era casi un ritual, lleno de respeto y un poquito de miedo ancestral. Supongo que esa costumbre venía de viejas historias que pasaban de generación en generación, tal vez desde tiempos coloniales o de pueblos indígenas que peleaban con el miedo y la incertidumbre, tratando de controlar algo que no podían ver.

[Gstatic Images](https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQp7X4JestQ_zeBhS_AFdYwmKBsWGHB7J68BygCcdVIyldFin179zDA_4o&s)
Ese humo que subía hacía que uno sintiera que la tormenta estaba siendo apaciguada, como un enemigo domesticado. Y mientras tanto, mamá repetía con firmeza “la fe mueve montañas”, una frase que había escuchado en la iglesia, que me hacía creer que aquella pequeña rama tenía un poder sobrenatural. La verdad, yo me quedaba absorto en la lluvia, pensando que cada gota era un misterio, una historia invisible que la tormenta quería contar.

[Getty Images](https://www.usnews.com/object/image/00000153-a953-da2b-a553-aff3ad6e0000/160324-knockonwood-stock.jpg?update-time=1458834796699&size=responsive300)
Pero no solo la lluvia marcaba nuestras vidas. Papá tenía su propia manera de cuidarse de la mala suerte, y si había algo que siempre hacía cuando alguien le pagaba una deuda o ganaba en la lotería, era “tocar madera”. No sé por qué lo hacía con tanta convicción, pero este gesto, que él repetía como un instinto, era una forma de pedir que la buena suerte no se fuera. Me enseñó que esta costumbre viene de tiempos antiguos, cuando creían que los árboles tenían espíritus que podían protegernos si los respetábamos.

[Francebleu](https://www.francebleu.fr/emissions/les-mots-de-l-actu/107-1/a-cherbourg-ou-a-paris-a-tous-besoin-d-un-parapluie)
En casa, las supersticiones no eran solo gestos, eran reglas. Por ejemplo, nadie podía entrar con el paraguas abierto, no por el agua, sino porque abrirlo dentro de la casa era como invitar a la desgracia. Esa idea venía, de muy lejos, de historias inglesas que mis padres mencionaban, de vez en cuando, donde el paraguas cerrado significaba protección, pero abierto en casa… mala suerte segura.

[Hswstatic](https://media.hswstatic.com/eyJidWNrZXQiOiJjb250ZW50Lmhzd3N0YXRpYy5jb20iLCJrZXkiOiJnaWZcL2dldHR5aW1hZ2VzLXNiMTAwNjM2NDd4LTAwMS5qcGciLCJlZGl0cyI6eyJyZXNpemUiOnsid2lkdGgiOjgyOH0sInRvRm9ybWF0IjoiYXZpZiJ9fQ==)
También existía la costumbre del “hueso de la suerte”. Después de comer una gallina criolla, sentíamos una mezcla de emoción y tensión al momento de partir la clavícula, ese huesito que, al romperlo con alguien más, decidiría quién tenía más suerte ese día. Era un juego entre nosotros, pero parecía algo sagrado, como hablar con el destino. He leído que esa tradición viene de épocas romanas, una forma sencilla de retar al azar.

[Media-Amazon](https://m.media-amazon.com/images/I/41nax9-KPVL._AC_SL1200_.jpg)
Y no puedo olvidar que mamá jamás nos dejaba afilar los lápices por ambos lados. “Eso es llamar a la muerte”, decía con voz seria, recordando antiguas creencias de la Edad Media que veían en la duplicidad una puerta para que lo malo entrara. Siempre me pareció curioso y, aunque ahora lo veo con distancia, en su momento me parecía una advertencia real. Esta superstición pasó al olvido al aparecer en el comercio los crayones duales azul-rojo, je, je, je.

[Etsystatic](https://i.etsystatic.com/6148521/r/il/783bd0/678674277/il_1588xN.678674277_2m0x.jpg)
Cuando crecí un poco más, lo de la “pata de conejo” como amuleto estaba de moda. Todos en la escuela tenían alguna colgada de su llavero, y nadie se atrevía a decir que no creía en su poder. Este amuleto, que ha viajado desde África e Irlanda hasta América, era ese pequeño talismán que nos ayudaba a sentir que el mundo podía ser un poco más amable, un poco más nuestro. Borges, con su estilo único, dijo que “todos somos superstición” y creo que tenía toda la razón; sin darnos cuenta, nos uníamos en esos rituales que nos daban identidad.

[Kosova-Sot](https://www.kosova-sot.info/planeti-x/74903//)
Sobre la puerta principal, siempre vi clavada una herradura con las puntas hacia arriba “U”, con una cruz hecha con ramo bendito. Lejos de ser un adorno, era nuestra barrera contra la mala energía. Los abuelos enseñaban que el hierro tenía el poder de espantar las desgracias, algo que viene desde tiempos antiguos, cuando los metales se consideraban sagrados y fuertes.

[Estaticos-Cdn](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/ed1cbfe8-f84f-4678-92db-de6254992072_16-9-aspect-ratio_default_0.webp)
Una vez, mientras salía, una paloma que volaba sobre el tejado me dejó un “regalito” justo en el hombro. Mis padres sonrieron y me dijeron que era buena suerte. Esa ironía de la vida, un aviso inesperado y extraño, tenía para ellos un significado profundo, como si el destino mismo me estuviera felicitando.
Todo esto pasaba a diario, en un mundo que parecía estar lleno de símbolos y señales invisibles. Pero el tiempo y la educación me han hecho ver las supersticiones como historias bonitas, parte del folclore que nos hace humanos. Como dijo Carl Jung, “la superstición es la poesía de la vida”, una forma de enfrentar lo incierto con esperanza.
Ahora que recuerdo aquellas costumbres, las guardo con cariño. No enciendo más ramos benditos ni piso bajo paraguas abiertos, pero sé que fui parte de una cadena de creencias que, aunque hayan perdido fuerza, siguen vivas en la memoria.
Respondiendo al llamado de la amiga @lilianajimenez con su iniciativa. Anímate a participar @cirangela, @issymarie2 y @sacra97. En el siguiente enlace encontrarán la información necesaria.
# **[De supersticiones, salud mental, bienestar y otras cosas.](https://peakd.com/hive-131951/@lilianajimenez/de-supersticiones-salud-mental-bienestar-y-otras-cosas-iniciativa) **
https://images.hive.blog/DQmQCbG7gAhNg1APBLwEzrwAVejtGTb4Er71mk5zkZcjbiX/image.png
Portada de la iniciativa.
**Creciendo como persona, busca y encuentra lo que necesitas para ser un mejor humano en la Comunidad [Holos&Lotus](https://peakd.com/c/hive-131951/created). De seguro, hay un tema que te llamará la atención.**
https://images.hive.blog/0x0/https://files.peakd.com/file/peakd-hive/holos-lotus/245n3ai2B1twdEnyzuYXmYiNoGag22e7ZZQ7uz72NKdqPqaR6PyaDrSeA7EMUq9RuNPHc.png
Infografía propia de la Comunidad [Holos&Lotus](https://peakd.com/c/hive-131951/created)
**Creciendo como persona, busca y encuentra lo que necesitas para ser un mejor humano en la Comunidad [Holos&Lotus](https://peakd.com/c/hive-131951/created). De seguro, hay un tema que te llamará la atención.**
Dedicado a todos aquellos que, día a día, hacen del mundo un lugar mejor.