
Caminando entre espinas, pies descalzos. El calzado que los cubría, hurtados han sido. Hay espina en cada paso, son como dagas en el corazón. Es la piel, expuesta al tizón que no se apaga. Recorre la sangre, fuera de su cause. Ya no es caliente, busca a ser frió y secarse. Camino difícil, el que muchas veces nos toca transitar. En compañía de aquella que habita en el silencio, **Soledad** Sigamos caminando, que nuestros pasos sigan siendo firmes, sin importar lo arduo y difícil que el camino se nos proyecte.
