Cuando Gabriela, la creadora y dueña de Cokohana, me contactó porque quería hacerle nuevas fotos a sus ropa, sin pensarlo dije que ¡sí!. Anteriormente le había comprado un body de terciopelo y por eso el enlace entre ambas ya existía. Ella me mandó las fotos de lo que debía fotografiar, y así comencé a pensar en qué modelo o qué amiga podía usar para la sesión... y no dudé en escribirle a mi amiga Alejandra.
Alejandra es una muy buen amiga del colegio, de la cual ya hice un post con unos retratos. Le escribí contándole sobre la propuesta y Ale, por supuesto, aceptó. Su piel blanca y cabello dorado hacía un contraste genial con la ropa. Acordamos con la marca en trabajar por intercambio con la modelo, y así todos quedamos felices. La sesión fue en mi casa, y tanto ellas como yo, quedamos muy contentas con el resultado. Queríamos algo simple, ¡y así salió!.
Ese fue una parte del resultado de las sesión. Nos divertimos un montón porque, a pesar de que Ale ya había hecho fotos, le sigue dando pena. Lo bueno es que estaba nuestra amistad de por medio, y pude hacerla sentir en confianza. Dato: puse música y ayudó muchísimo porque así ambas nos sentíamos en el mood.
¡Espero su feedback!
¡Hasta pronto!