Viviendo en comunidad, en sociedad, debemos respetar ciertas reglas, porque nos guste o no, eso es lo que nos mantiene en relativo equilibrio. Hay normas que aprendemos desde que somos niños, que nos permiten entrar en armonía en nuestras aulas de clase, de igual manera las hay que nos permiten interactuar dentrode cada contexto en el que interactuamos, pero esto es una cosa, y la otra es dejar de ser completamente nosotros para poder **encajar** en un contexto social.

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En la iniciativa 37 que @charjaim ha llamado [Aciertos y desaciertos de encajar en sociedad/Esa vida nuestra/ESP-ENG](https://ecency.com/hive-131951/@charjaim/aciertos-y-desaciertos-de-encajar) nos invita a observar nuestra conducta en distintos momentos y analizar que hacemos para intentar quedar bien en lo social, incluso cuando muchas veces no estemos del todo bien con nosotros mismos, y creo que es algo por lo que hemos pasado todos, porque a veces la presión social es bastante dura, y si nos falta madurez emocional, más duro puede golpear.
Salirse de **la norma, de lo que se espera**, puede llegar a ser algo que complica, y que pesa, porque las miradas van a estar siempre ahí, muchos darán su opinión aunque nadie se las pida, y estas no siempre van a venir desde el ánimo de sumar, sino más bien todo lo contrario. Voy a compartir algo que me pasó hace un par de año, y que no suelo hablar de ello, pero aquí entra completamente.

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Como lo he comentado en otras oportunidades, soy médico, trabajo en mi profesión, aquí en Colombia, a diferencia de Venezuela en su momento, estudiar medicina es sumamente caro, hay que ser millonario aquí para poder estudiar medicina, así que entenderán que son de clase alta los que lo hacen, al menos la mayoría. Está la otra opción de estudiar esta carrera, en la universidad Nacional, pero los cupos son muy limitados, y son muy pocos los que pueden entrar, así que la opción es pagar el semestre, que ronda los 20-30 millones de pesos, esto son unos 5000-6000 dólares, ya hí se pueden imaginar.
Entonces, si alguien que ejerce la medicina, hace algo como *estudiar barbería o gastronomía*, se sale del patrón de conducta que se espera de el, eso me pasó hace unos años, porque por cuestiones de curiosidad, más que de necesidad, quería aprender a afeitar, a cortar cabello, para ser más específico, e hice un curso, sé que no es algo a lo que me voy a dedicar, tengo mi trabajo, y me gusta, pero eso de la barería era algo que quería aprender y ya, a lo que dediqué algunos meses para estudiarlo, los fines de semana, **¿qué les parece?**.

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Algunos de mis compañeros de trabajo no entendía que hacía yo haciendo ese curso, porque de cierta manera era *rebajarse*, y en mi caso lo veía como una meta cumplida, pero para otros no era así. Pero saben, **no tenía ninguna necesidad de encajar**, al final, todo lo que aprende nos suma, y así lo asumí, y terminé mi curso, me dí la oportunidad a pesar de que muchos hablaron, pero no me importó, y esto se sintió bien, porque lo peor que podemos hacer es dejar de hacer cosas que nos gusten porque a otro le parece que *"no cuadra con la profesión"* o con lo que *"deberíamos"* hacer.
Y es verdad, nada tiene que ver la medicina con la barbería, al menos no en la actualidad, porque tienen cierto origen relacionado, aun así, lo que hacemos no siepre tiene que ver con lo que esperan de nosotros, sino con cumplir metas, con aprender cosas nuevas, con adquirir habilidades y, en última instancia, con hacer cosas que nos llenen, y en este caso particular, esto me gustó hacerlo, siento que sumó a mi visión global de las cosas.
Gracias @charjaim por la oportunidad de compartir algo personal, y bonito domingo. Quiero invitar a participar a @gretvictcald y a @syllem
