
Tiernos son los pétalos que emergen del tallo, del tenue rosa al verde descubriendo tonos veteados. El capullo que hoy abre, rebelde contra el viento, busca gritarle al mundo que es diferente al resto.
El cielo que le contempla es el mío, sólo es distinto el sendero, el sol que alimenta su sonrisa también calienta mis anhelos y aunque en la noche haga frío, al más brillante lucero le ruego lleve a ella mi aliento hasta nuestro próximo encuentro.
Flor de mi sangre escucha: «Extiende tus hojas a la vida, saca también tus espinas. La tierra todo da y todo quita. Recibe, libera, respira.»
Flor de mi sangre, recuerda: «¡Trascendamos a la semilla!»
A mi hermana.
La ilustración es de mi autoría