Horizonte indefinido
Existen almas que titilan donde el tiempo se desviste de formas. No están ni vivas ni extintas; flotan, sencillamente, en el susurro de la penumbra.
Para mí son como el aliento suspendido en el aire, como un eco sin rostro, sin destino.
Confusas y perdidas, parecen raíces que no saben dónde hundirse; se asemejan al cielo, siempre cerrado.
Sus ojos permanecen abiertos, no apagados por la muerte, sino en pausa, a mitad de un viaje eterno. ¿Será ese instante la espera, o la eternidad misma? ¿Será un adiós o un nacimiento?
Quizá estoy loca, pero pienso que vagan hacia fronteras sin nombre, buscando sombras que abrazan la luz.
Ellas escuchan el silencio que cuenta, historias jamás pronunciadas y se alimentan de él.
Yo creo que las almas se deslizan entre dos mundos sin nunca percatarse de su propio viaje.