SPANISH VERSION (click here!)
Inicié esta forma de meditar sola, sin que nadie me dijera como hacerlo, más bien creo que mi otro yo me inspiró, me dijo cada paso que tenía que dar, sin yo saber en ese momento las facultades que tenía en mi interior. Creo que mi otra yo creyó que era el momento indicado para iniciarme y abrir mis verdaderos ojos, esos que ven más allá de lo evidente, ver el mundo como es realmente y no como lo ven los humanos.
En ese momento no sabía que vería cosas, ni que me comunicaría con fallecidos, ni que había otros planos. Pero algo dentro mío sabía que había algo más de lo que simplemente transcurría ante mis ojos humanos. Y mi doble supo que era el momento. Tenía 19 años. Pero ella sabía que, de nacimiento, esta facultad traía, siempre hay un momento indicado, no el que digan los demás sino el que el doble diga. Ahora lo comprendo, después de tantos años. Ese fue el inicio del camino.
No sabía que vería del otro lado, ni que habría, sólo que debía hacerlo. Mi guía era yo misma. Cuando te despojas del ser humano, el de carne y hueso, y dejas que la otra parte actúe, la verdadera parte, la vida se abre sola. Allí comenzó mi camino, uno nada fácil pero elegido por mí misma en otro tiempo y otro espacio, sin yo humana recordarlo. Hoy uso música como la que figura al final, pero en esa época… la historia era otra…
I started this form of meditation on my own, without anyone telling me how to do it. Rather, I believe that my other self inspired me, telling me each step I had to take, without me knowing at that moment the powers I had within me. I believe that my other self thought it was the right time to initiate me and open my true eyes, those that see beyond the obvious, to see the world as it really is and not as humans see it.
At that time, I didn't know that I would see things, or that I would communicate with the deceased, or that there were other planes. But something inside me knew that there was more than what was simply passing before my human eyes. And my double knew that it was time. I was 19 years old. But she knew that, from birth, this ability brought with it that there is always a right moment, not the one that others say, but the one that the double says. Now I understand, after so many years. That was the beginning of the journey.
I didn't know what I would see on the other side, or that there would be anything, only that I had to do it. My guide was myself. When you strip away the human being, the flesh and blood, and let the other part act, the true part, life opens up on its own. That is where my path began, one that was not easy but chosen by myself in another time and another space, without my human self remembering it. Today I use music like the one at the end, but at that time... the story was different...
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SPANISH VERSION (click here!)
Año 1997… coloco el cassette con una música tranquila que me relaje, Richard Clayderman es mi elección. Me dirijo al sofá, uno cómodo donde pueda recostarme. Busco para ello una hora en que haya silencio y nadie me moleste, donde no haya interrupciones. Vendo mis ojos con un pañuelo, para que no tener la tentación de abrirlos ni tampoco se cuele la luz, la hora de la siesta era la que había elegido. Coloco mis manos sobre mi vientre, una sobre otra y comienzo a tomar conciencia de mi respiración, inhalo y exhalo muy lentamente, cada vez más lento, más lento, mucho más lento, hasta que prácticamente sienta que no respiro y con cada respiración siento mi cuerpo más pesado, desde las puntas de los pies hasta mi cabeza. Tan pesado está mi cuerpo que intento levantar una mano y no puedo. Mi respiración es tan lenta que casi desaparece y mi cuerpo está muy pesado. >Me quedo un momento en ese estado, hasta que siento que abro los ojos, pero no los físicos, y puedo ver mi entorno, veo el techo blanco y mi cuerpo se eleva, algo sale de mi cuerpo pesado e inmóvil y se dirige al techo hasta casi tocarlo, unos cuatro metros de altura. Este mundo desaparece y me veo recostada sobre un manto verde, una hermosa pradera y mis ojos ven ante mí el que será mi transporte durante estos viajes, un caballo negro brillante, negro tan negro como el carbón, pero tan brillante como el diamante, con una crines largas y ojos tiernos. No hay montura, pero sé como subir y hacerme una con él. Era mi espíritu animal, ese que predomina en mí, y que años después descubriría. >Me lleva a galopar por praderas verdes llenas de árboles, un sol radiante mucho más que en la tierra. Bosques se levantan ante mí con tonalidades mágicas de verde. Él me lleva, él me guía, sabe de mi interior. Lo sabe todo. ---  --- A lo lejos escucho el agua, mis sentidos están activados aún en este lugar y mientras escucho las olas puedo sentir la suavidad del pelaje del caballo. Me siento segura, nunca me había sentido más segura. Mi guía se dirige por un camino en descenso y al poco tiempo puedo ver el mar, y sobre él, el reflejo de un sol que no es de esta tierra, como si el mar se tornara dorado con una bruma lejana. Mi caballo negro camina por la costa y escucho sus patas en el agua. Llega a un punto y siento que debo bajarme y esperar, espero y espero sentada en la arenas clara y suave, puedo tocarla y al pasar mis dedos sobre ella hago dibujos, hasta que desde el mar se acerca una barca, pero entre la bruma no distingo quien está en ella. Me pongo de pie, camino hasta la orilla, pero no puedo caminar más que eso, algo me detiene. La barca se acerca y mi abuelo está en ella. Sabía que nunca me dejaría y que de mi lado nunca se alejaría a pesar de que se fue cuando tenía siete años. Me sonríe y está en silencio hasta que se aleja. >Mi guía considera que, por ser mi primer viaje, es suficiente, por el momento. Monto sobre mi caballo negro y me lleva devuelta al lugar de inicio. Muy despacio bajo desde ese mundo hacia mi cuerpo físico, una respiración profunda llega a mí como si hubiera estado muerta y resucitaría. Abro los ojos aún debajo del pañuelo que tengo puesto y la sensación es absolutamente maravillosa e indescriptible. >Mi primer viaje había terminado pero mi camino había comenzado…