Today was one of those long days at work, and yes, I’m a little tired, but in the best way possible. Giving consultations takes energy, focus, and a lot of heart, and by the end of the day I can definitely feel it. Still, it’s the kind of tiredness that comes with satisfaction, because I know I spent my time helping people make real changes in their lives.
I truly enjoy every moment with my patients — listening to their stories, guiding them, and celebrating their progress. Even on days when I end up drained, I can’t help but smile, because this is what I love to do. My work as a nutritionist isn’t just a job, it’s a passion that keeps me motivated to continue learning, growing, and giving the best of me every day.
Hoy fue uno de esos días largos de trabajo, y sí, estoy un poco cansada, pero de la mejor manera posible. Dar consultas requiere energía, concentración y mucho corazón, y al final del día definitivamente se siente. Aun así, es un cansancio que llega acompañado de satisfacción, porque sé que dediqué mi tiempo a ayudar a las personas a lograr cambios reales en sus vidas.
Disfruto mucho cada momento con mis pacientes: escuchar sus historias, guiarlos y celebrar sus avances. Incluso en los días en que termino agotada, no puedo evitar sonreír, porque esto es lo que amo hacer. Mi trabajo como nutrióloga no es solo un empleo, es una pasión que me mantiene motivada a seguir aprendiendo, creciendo y dando lo mejor de mí cada día.
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