Yo nunca había visto un alce antes, salvo en la televisión. Pero en medio del bosque nevado apareció de pronto un alce. Yo me pregunté ¿qué hago en este sueño nevado?¿Por qué no tengo frío? Yo estaba a gusto en medio del bosque suelta, libre como el alce que miraba. Tenía un buen abrigo, como él tenía la gruesa piel que lo cubría. Se detuvo muy cerca. Tuve miedo, pero no corrí. Porque sentí que nada iba a pasarme, que él sabía que yo no lo iba a cazar, que podíamos compartir el bosque hasta que anocheciese, o hasta que él quisiera. Debió ser joven porque era fuerte, vigoroso. Pero de pronto se escucharon disparos lejanos y se fue. Me desperté sobresaltada, temiendo por él y temiendo por mí. Aunque sabía que ambos estábamos a salvo en esta corta historia.

Contenido original de mi autoría para Mensaje diario de cinco minutos gracias a Marianne West's @latino.romano, @wakeupkitty, and @felt.buzz

I had never seen a moose before, except on television. But suddenly, in the middle of the snowy forest, a moose appeared. I asked myself, what am I doing in this snowy dream? Why am I not cold? I felt comfortable in the middle of the forest, free like the moose I was watching. I had a good coat, just as he had thick skin covering him. It stopped very close by. I was afraid, but I didn't run. Because I felt that nothing was going to happen to me, that it knew I wasn't going to hunt it, that we could share the forest until nightfall, or until it wanted to. It must have been young because it was strong and vigorous. But suddenly I heard distant gunshots and it left. I woke up with a start, fearing for him and fearing for myself. Although I knew we were both safe in this short story.

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