Nada como los amigos que te vieron crecer. Son el mejor clic. Te une a ellos un afecto especial, una complicidad que no sientes con otras personas. Son un buen refugio en tiempos difíciles, confusos, en los que todo parece muy rápido, cambiante. Ellos, los amigos de siempre, los de toda la vida, no cambian. Están allí en buenos y malos momentos. Sabes que puedes confiar en ellos. Son los hermanos que no te dio la sangre, pero te dio la vida. Aún si no les ves en mucho tiempo, el cariño está allí, intacto. Son el mejor clic. Te conocen mejor que nadie. Yo he tenido ese privilegio, conservar aún algunos de esos afectos de infancia, de juventud. Me acompañan, los acompaño. Es un privilegio que me ha dado la vida.

There's nothing like the friends who watched you grow up. They're the best connection. You feel a special affection for them, a complicity you don't feel with other people. They're a good refuge in difficult, confusing times, when everything seems so fast and changing. They, the old friends, the lifelong friends, don't change. They're there in good times and bad. You know you can trust them. They're the brothers who didn't give you blood, but gave you life. Even if you don't see them for a long time, the affection is there, intact. They're the best connection. They know you better than anyone. I've had the privilege of still having some of those childhood and youthful affections. They accompany me, I accompany them. It's a privilege that life has given me.