Por fin abriste los ojos, se asocia la expresión de darse cuenta de que es lo que está pasando a tu alrededor. Aplica a una situación sentimental de una pareja de casados por muchos años, donde el hombre trabajaba en otro estado y era lógico que pasara más tiempo allá que acá con su familia. El hombre jamás descuidó económicamente a su familia, siempre cumplía con los eventos familiares, pero al irse para su trabajo él se despedía por largo tiempo y la excusa para no viajar constantemente era los gastos y molestias que causaba el traslado. La esposa confiaba ciegamente en el hombre.

La esposa jamás le pasó por la mente que el hombre tenía otra familia en el estado donde trabajaba. Pero la hermana de la esposa le lanzaba unas indirectas muy evidentes y la esposa no captaba el mensaje, en otras palabras, no quería abrir los ojos. Un día el hombre tuvo un accidente en el trabajo y el número de teléfono de la esposa era el que estaba registrado allí, era lógico que ella se presentara en el hospital por la emergencia. Cuando la esposa pasa por el pasillo ve una mujer y dos adolescentes que estaban muy afectados, pasan unos minutos y la esposa al salir del cubículo del doctor y se vuelve a topar con la misma escena. Como cosas del destino el hombre tiene una reacción lo que ameritó un corre corre por médicos y enfermeras, en el pasillo del hospital se encontraban las dos familias del hombre sin saber la verdad. En medio de toda la tribulación del momento la esposa, analiza la situación, en este pasillo no hay más habitaciones solo la de mi esposo y por qué ésta familia llora tanto. Al llegar la hermana de la esposa, que sí conocía la existencia de la otra familia, pone en contexto a la hermana. Por fin abriste los ojos, hermana, tu marido tiene años con otra familia, era tanto el amor que le tenías a tu esposo que nunca sospechaste nada, hasta el día de hoy. La esposa herida dice: Esperaré a que se recupere para pedirle una explicación. Gracias a toda esta situación, abrí los ojos.