El esmalte para las uñas se remonta a la antigüedad a base de productos naturales que extraían de los árboles, esa sustancia pegajoso la mezclaban con otros elementos para lograr brillo y color, que al colocar en las uñas y secar se formaba una capa. Con el pasar de los años el esmalte de uñas evolucionó y comenzaron a utilizar más diversidad de productos.

Cómo no hablar del arreglo personal si es parte de cada ser humano, en la actualidad tanto hombres como mujeres pagamos una cita en un spa para que nos arreglen las uñas, que incluye corte, limado y pintura. Manicura y pedicura que sería tratamiento estético y de cuidado para los pies y las uñas. Por lo general buscamos al personal de confianza, profesional, el que brinda la higiene, debido que al manipular cortaúñas, corta cutículas y otras herramientas están expuestos las enfermedades como hongos u otras infecciones. Particularmente al ver la marca Valmy, ésta nos genera confianza, pero hasta que punto, aquí el dilema. Que muchas veces compramos en un establecimiento y resulta que es una imitación barata del producto, pero se han encargado de confundir al usuario. Al usar el producto nos damos cuenta que no tiene el brillo, consistencia, olor característico del esmalte, durabilidad, incluso al aplicar la uña absorbe los ingredientes de baja calidad o sustancias tóxicas produciendo debilitamiento, decoloración, resequedad y fragilidad. Ahora bien, entre gustos y colores, hay para todos los gusto en la actualidad, pues en el mercado existe un abanico de opción que van desde comprar el esmalte y acetona para aplicar en la casa, está la posibilidad de pedir una cita en un spa que brinda una gran variedad de servicios relacionados al arreglo de uñas de las manos y pies.