Imagen propia generada con Gemini.ai
Con el paso de los años, y eso que llaman madurez, me he dado cuenta, cada vez más, de que la vida en realidad es bastante sencilla, y que tenemos una gran herramienta para vivirla, que tristemente, y en esta época más que en ninguna otra, ignoramos: el sentido común.
Esa sabiduría de los abuelos, e incluso de los padres, que tanto apreciamos, y muchas veces les da esa aura única que tanto se idealiza en los mundos del cine y la literatura, en realidad no es más que experiencia y sentido común, y con esto no quiero minimizar las cosas, solo ponerlas en perspectiva.
Todos nacemos con sentido común y lo vamos enriqueciendo con los años. Inicia como un simple instinto, y con nuestro conocimiento del mundo y de nosotros, se convierte con el tiempo en una herramienta, que si la usamos, nos puede ayudar a sortear casi cualquier cosa.
El problema, o parte del problema, es que el sentido común tiene una voz que queda opacada por el concierto discordante de voces que nos rodea, a tal grado que muchas veces no podemos escucharla. Nos ensordece tanto el entorno que perdemos la capacidad de escucharnos a nosotros mismos.
Imagen propia generada con Gemini.ai
Como nunca antes nos movemos en un mundo lleno de mensajes que se pelean por nuestra atención, uno de los bienes más cotizados de nuestro tiempo, y nuestro sentido común acaba muchas veces aplastado por tal avalancha de información.
Ante esto hay remedios sencillos y muy prácticos, como el nunca tomar decisiones en el momento, y no dejar que nos gane la emoción. Cuando algo es realmente importante y/o necesario para nosotros, sobrevive fácilmente a la emoción del momento. Ese tiempo que nos forzamos a tomar entre el deseo de obtener algo, y la concreción de este, nos permite también evaluar fríamente la situación, y ver otras, y a veces, mejores opciones.
Una desventaja que tiene el sentido común es que no siempre es atractivo o agradable escucharle. Es como nuestra conciencia que nos recuerda todo el tiempo lo que debemos hacer, lo que muchas veces no coincide con lo que queremos hacer, con o sin la influencia de mensajes externos.
Imagen propia generada con Gemini.ai
Está en nuestra naturaleza buscar el placer, pero no siempre es lo más aconsejable, y ahí está nuestro sentido común para recordárnoslo. Si pudiéramos muchos de nosotros comeríamos de más, beberíamos de más, haríamos el amor con todo mundo, gastaríamos el dinero sin pensar en el mañana, y nos dejaríamos llevar por nuestras emociones, cualesquiera que estas fueran, sin reparo alguno, si algo no nos lo impidiera; y para muchos el último bastión de defensa, y no pocas veces el único, es el sentido común.
El sentido común tiene algunos amigos, como la paciencia y la prudencia, que le ayudan a combatir a marchas forzadas nuestros impulsos, ver estas características de la personalidad como aliados, y no como estorbos, es una buena manera de apoyar a nuestros sentido común. Darnos tiempo y analizar bien las cosas nos ayuda a cometer menor errores, y ayudan al sentido común a tener espacio de maniobra en nuestras vidas.
Sé que no siempre es fácil escuchar esa vocecita, y cuando lo logramos, hacerle caso, pero la realidad es que todo lo que hace es por nuestro bien, aunque no siempre sea lo más agradable. Es un poco como nuestra alimentación, por más que seríamos felices comiendo todo el tiempo postres, sabemos que eso al final nos enfermaría, y que lo mejor es tener una dieta balanceada, así que nos la procuramos aunque no nos emocione tanto.
Algo similar debería pasar con nuestro sentido común, ya que es una de las brújulas de nuestra vida, y si le damos la oportunidad de guiarnos, si bien no nos resolverá todo mágicamente, definitivamente hará nuestra existencia más sencilla, e incluso más simple. Nos permitirá poco a poco mirar con mucho más claridad las cosas, y eliminará el obnubilamiento que nos dificulta tomar las decisiones correctas para nuestra vida.
No siempre es fácil, pero con el tiempo, perseverancia y humildad, se va haciendo cada vez menos difícil, hasta que llega el momento en que uno se sorprende de como enfrenta con gran lucidez decisiones que en el pasado nos resultaban difíciles, y ni que hablar de sus beneficios, desde económicos hasta afectivos. La de compras impulsivas que he logrado evitar gracias al sentido común, y la de amistades que he eliminado de mi vida, o fortalecido, al analizarlas a la luz del sentido común y ver lo que aportan o no a mi vida, por mencionar solo un par de ejemplos.
Y haciendo caso a mi sentido común creo que es tiempo de cerrar esta publicación, antes de empezar a sonar demasiado reiterativo. Te invito a reflexionar al respecto de este tema, y darle una oportunidad al sentido común, verás que si le escuchas, descubrirás en el a un aliado y a una excelente herramienta en pos de un mejor futuro personal. Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.
©bonzopoe, 2025.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.