Recuerdo estar en primer año de la carrera. Todos estábamos emocionados por ver qué nos deparaba la vida universitaria, y ahora, hoy, muchos de ellos se rindieron en el camino, otros ocuparon una mala vida y ahora lo único que quedan son recuerdos de aquellos días en los que nos emocionábamos por ver las calles de Santiago. Nos sentíamos libres, pero solo era euforia de los principiantes. En ocasiones hablábamos de lo más absurdo pero necesario, otras hablábamos cosas serias como de nuestro futuro: ¿qué nos deparará el futuro?, nos preguntábamos bastante a menudo. Soñábamos con una vida ideal, con nuestros títulos, y jugueteábamos con el futuro, pero todo eso se derrumbaría al pasar unos meses. Todos agobiados por la universidad, la carga de trabajo y las necesidades que se pasaban se iba desmoronando cada día. Sin darnos cuenta, estábamos cayendo en algo que no sé ni cómo llamarle. Todo esto sucedía mientras que yo trataba de darles ánimo, pero solo funcionaba por unos días. Muchos de ellos hoy en día ya no están en la universidad. Pero a pesar de eso, aún seguimos siendo amigos, pero me duele saber que soñábamos con un futuro que ya se destruyó por completo.

Hoy en día mantengo conversaciones con muchos de ellos por vía de mensaje o llamada, pero ya no hablamos de nuestros sueños, solo hablamos de aquellas memorias que algún día quedaron en el pasado, en el lente de una cámara o en algún lugar de nuestra galería. Aquellos momentos que solo nosotros sabemos lo bien que se sentía.

Ahora, si alguno me habla de algo que desea, solo desean salir del país, solo eso. Yo, en cambio, estoy en la universidad aún, pero no es lo mismo sin ellos. Se volvieron una familia para mí, y cuando se fueron, la sensación era espantosa. Mi cuerpo temblaba pensando que algún día puede que yo sea ese amigo que se vaya y abandone mis sueños.

Hoy sigo persiguiendo mis sueños, y gracias a ellos, cada uno de ellos dejó una enseñanza en mí que me hace fuerte. Y creo que por ellos sigo persiguiéndolos, porque siento que al cumplir mi sueño estoy cumpliendo, estoy cumpliendo con lo que un día les prometí a ellos

ENG VERSION

I remember being in the first year of my degree. We were all excited to see what university life had in store for us, and now, today, many of them gave up along the way, others took a wrong path, and now all that’s left are memories of those days when we were thrilled to walk the streets of Santiago. We felt free, but it was only the euphoria of beginners. Sometimes we talked about the most absurd yet necessary things, and other times, we talked about serious topics like our future: what does the future hold for us?, we asked ourselves quite often. We dreamed of an ideal life, of having our degrees, and we played around with visions of the future, but all of that would crumble within a few months. All of us were overwhelmed by university, by the workload and the needs we were facing. Things started falling apart day by day. Without realizing it, we were falling into something that I don't even know how to name. All of this was happening while I tried to keep their spirits up, but it only worked for a few days. Many of them are no longer in university today. But despite that, we are still friends. Still, it hurts knowing we dreamed of a future that has now completely fallen apart.

These days I keep in touch with many of them via message or phone calls, but we no longer talk about our dreams. We only talk about those memories that one day remained in the past, in the lens of a camera or somewhere in our gallery—those moments that only we know how good they felt.

Now, if any of them talk to me about something they want, it’s only about wanting to leave the country, just that. I, on the other hand, am still in university, but it’s not the same without them. They became a family to me, and when they left, the feeling was dreadful. My body trembled thinking that one day I might be that friend who leaves and gives up on their dreams.

Today I’m still chasing my dreams, and thanks to them, each one left a lesson in me that makes me stronger. And I think it’s because of them that I keep going, because I feel that by achieving my dream, I’m fulfilling—fulfilling what I once promised them.

Todas las fotos son de mi propiedad
El texto fue traducido con copilot