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Today, my youngest daughter and I set out bright and early to take care of some medical errands, since we needed health certificates for her—a requirement for university enrollment—and what better place to get them than at one of our city’s most popular and historic public hospitals, the [José María Vargas Hospital](https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Vargas)
Its construction dates back to 1888. Its structure was modeled after the Lariboisière Hospital in Paris (1839), but adapted to its tropical environment by placing spacious areas and gardens in the center. It consists of virtually a single story, with just one additional floor, as can be seen in the photos. In the center of the hospital stands the statue of Dr. José María Vargas, surrounded by wide corridors leading to the various specialties; these long hallways connect to different pavilions.
I had only visited this hospital once before, when I went to see a family member who was there for an emergency, so just as I’d rushed in amid the urgency of the situation, I rushed out again, and therefore didn’t get to appreciate the details or its former beauty. On this occasion, I took a little time to stop and examine the place in as much detail as I could. At first glance, it struck me as an enormous old mansion with colonial architecture, marble and stone floors, and many rooms, each connected to the next by a door.
As I was watching all of this while waiting for our turn to be seen, I realized there was a group of medical students. Then, after doing a little research, I realized that this hospital also serves as a support center for students from some of the country’s universities. It felt like being in two different eras: the colonial period and the present. On the other hand, in almost every space there are lush trees that provide shade and coolness; in fact, it was designed that way with the intention of keeping the rooms and pavilions cool.
Although modernity is present, with electric lighting and other modern medical equipment, upon closer inspection we can still see vestiges of the original décor, such as the antique lamps that remain high on the walls; when I saw them, I imagined them with their inner lamps lit by candles or, failing that, kerosene. In fact, the hospital is part of the city’s historical heritage, and although it has undergone restorations, efforts are always made to preserve its original spaces, in addition to the large number of patients and visitors it receives.
Another time, I’d like to document the entire place with more photos, since it’s so large and spacious; on another day when I have much more time to keep exploring its corridors. For now, I loved these images and the story behind them too. That’s why I’m sharing them with you, so you can enjoy my entire visit just as much as we did. Greetings, friends!
>## Español Hoy salimos bien temprano mi hija menor y yo a hacer unas diligencias médicas, pues necesitábamos unas constancias de salud para mi hija, pues es un requisito que le piden para inscribirse en la universidad y se lo piden de una institución médica publica reconocida y que mejor que la de uno de los hospitales más populares e históricos de nuestra ciudad y no es otro que el [hospital José María Vargas]( https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Vargas). Su construcción data del año 1888. Su estructura tomó como modelo al hospital Lariboisière de París (1839), solo que adaptándolo más a su entorno tropical, colocando amplios espacios y jardines en el centro de estos. Está compuesto por prácticamente una sola planta, con un solo piso adicional, como se puede ver en las fotos. En el centro del hospital se puede apreciar la estatua del doctor José María Vargas, que está rodeada de amplios pasillos que dirigen a las diferentes especialidades; estos largos pasillos se comunican con diferentes pabellones. A este hospital, personalmente, le había visitado solo en una ocasión y fui para visitar a un familiar que se encontraba de emergencia allí, así que así mismo, como entré en medio de la rapidez de la situación, con las mismas salí, por lo tanto, no pude apreciar los detalles y su antigua belleza. En esta ocasión, me di un poco ese tiempo para detenerme a detallar en lo que pude el lugar. De entrada me pareció una enorme casona antigua, con una arquitectura colonial, con pisos de mármol y piedra, con muchas habitaciones, donde una puerta comunica con la otra. Estando viendo, todo esto mientras esperaba nuestro turno a ser atendidas, me di cuenta de que había un grupo de estudiantes de medicina. Luego investigando un poco, me di cuenta de que este hospital también funciona como apoyo a los estudiantes de algunas universidades del país. Me pareció estar como a dos tiempos, el de la época de la colonia y el actual. Por otra parte, en casi todos los espacios, están frondosos árboles que dan sombra y fresco, de hecho fue diseñado así, con la intención de mantener las habitaciones y pabellones frescos. Y aunque la modernidad está presente, con luz eléctrica y otros equipos médicos actuales, detallando, podemos ver aún los vestigios de las decoraciones de origen, como las lámparas antiguas que aún permanecen en lo alto de las paredes, al verlas me las imaginaba con sus lámparas interiores con sus velas dentro o en su defecto kerosene. De hecho, el hospital es parte del patrimonio histórico de la ciudad y, aunque ha tenido restauraciones, siempre se busca de conservar sus espacios originales, aparte de que tiene una gran cantidad de afluencia de pacientes y visitantes. En otra oportunidad me gustaría documentar con más imágenes todo el lugar, pues es bien grande y amplio; otro día que tenga mucho más tiempo para seguir curioseando por entre sus corredores, de momento, estas imágenes me encantaron y la historia detrás de ellas también. Por eso se las comparto para que disfruten de toda mi visita al igual que nosotras. Saludos amigos!
>## Español Hoy salimos bien temprano mi hija menor y yo a hacer unas diligencias médicas, pues necesitábamos unas constancias de salud para mi hija, pues es un requisito que le piden para inscribirse en la universidad y se lo piden de una institución médica publica reconocida y que mejor que la de uno de los hospitales más populares e históricos de nuestra ciudad y no es otro que el [hospital José María Vargas]( https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Vargas). Su construcción data del año 1888. Su estructura tomó como modelo al hospital Lariboisière de París (1839), solo que adaptándolo más a su entorno tropical, colocando amplios espacios y jardines en el centro de estos. Está compuesto por prácticamente una sola planta, con un solo piso adicional, como se puede ver en las fotos. En el centro del hospital se puede apreciar la estatua del doctor José María Vargas, que está rodeada de amplios pasillos que dirigen a las diferentes especialidades; estos largos pasillos se comunican con diferentes pabellones. A este hospital, personalmente, le había visitado solo en una ocasión y fui para visitar a un familiar que se encontraba de emergencia allí, así que así mismo, como entré en medio de la rapidez de la situación, con las mismas salí, por lo tanto, no pude apreciar los detalles y su antigua belleza. En esta ocasión, me di un poco ese tiempo para detenerme a detallar en lo que pude el lugar. De entrada me pareció una enorme casona antigua, con una arquitectura colonial, con pisos de mármol y piedra, con muchas habitaciones, donde una puerta comunica con la otra. Estando viendo, todo esto mientras esperaba nuestro turno a ser atendidas, me di cuenta de que había un grupo de estudiantes de medicina. Luego investigando un poco, me di cuenta de que este hospital también funciona como apoyo a los estudiantes de algunas universidades del país. Me pareció estar como a dos tiempos, el de la época de la colonia y el actual. Por otra parte, en casi todos los espacios, están frondosos árboles que dan sombra y fresco, de hecho fue diseñado así, con la intención de mantener las habitaciones y pabellones frescos. Y aunque la modernidad está presente, con luz eléctrica y otros equipos médicos actuales, detallando, podemos ver aún los vestigios de las decoraciones de origen, como las lámparas antiguas que aún permanecen en lo alto de las paredes, al verlas me las imaginaba con sus lámparas interiores con sus velas dentro o en su defecto kerosene. De hecho, el hospital es parte del patrimonio histórico de la ciudad y, aunque ha tenido restauraciones, siempre se busca de conservar sus espacios originales, aparte de que tiene una gran cantidad de afluencia de pacientes y visitantes. En otra oportunidad me gustaría documentar con más imágenes todo el lugar, pues es bien grande y amplio; otro día que tenga mucho más tiempo para seguir curioseando por entre sus corredores, de momento, estas imágenes me encantaron y la historia detrás de ellas también. Por eso se las comparto para que disfruten de toda mi visita al igual que nosotras. Saludos amigos!
Translate/ Traductor Quillbot Banner @brujita18 The photographs belong to my personal gallery/ Las fotografías pertenecen a mi galería personal