The other day, I read a statement addressed to mothers that said something like: tell us something that you miss doing as a mom and don't tell anyone... And right away, I automatically started reflecting and thinking about my own experience, and I realized that there are many things I miss doing and would like to be able to do more often in my daily life... although I have been working on that. But let's start at the beginning. Before I had my children, I had more time to go out with my friends to different places, such as beaches, parks, to have a coffee or to get together to share a meal or celebration, with the freedom and without the pressure of having to watch and supervise my children, to leave them in good care, for example, and above all, not to feel that sense of being constantly on the lookout and to be able to relax without so much worry. I love my children, but that part of raising them has been difficult for their father and me, since we haven't had any source of support, such as grandparents or uncles and aunts, close to us. And given the state of the world, we have been very wary of leaving our children with anyone, even for a few hours. So it has been difficult for us not to be able to enjoy invitations, outings, spending time as a couple, and so on, especially when our children were younger. [Source/ Fuente](https://pixabay.com/es/photos/pareja-ancianos-contento-sonrisa-6962202/) Now that they are teenagers, we have relaxed a little in terms of our outings, and we go out a little more as a couple, but we always have our limitations, such as not for many hours, much less for a weekend, because they are older now, but not old enough to be unsupervised for so many hours. So, little by little, we are doing other things that we had put aside, such as going out to eat alone, going for walks, going out with friends. It's not all the time, but from time to time we dedicate a few hours to ourselves. On the other hand, since my children were born, whenever I go out to buy something, whatever it is, I think of them, even though I know they don't really need anything specific. If I buy something for myself, I want to get something for them too. That's a feeling that I sometimes want to rationalize and tell myself, “Nothing will happen if you eat that dessert you want,” for example, and the same thing happens to my husband. I think that feeling will never go away because it's something that's latent in us. The other day, a friend and I were talking about this. She was complaining about not having time for herself, not having enough time or money to treat herself if she wanted to, because the first thing that comes to mind are the needs of her children, who are still young, and she's a single mom. she told me she felt suffocated, and I remember that over a delicious basket of pastries we shared, I said to her, “This will pass little by little, my friend. They will grow up, and you will have time to do things for yourself again. I'm telling you.” Now I smile as I write this because I know it's true. Motherhood is a challenge, but a challenge of love. Anyone who says it's easy is lying, but it's well worth it. This experience of love just needs to be balanced with our own time, a lot of patience, and the awareness that once we decide to become parents, our priorities change. A hug to anyone who needs it. Best wishes! [Source/ Fuente](https://pixabay.com/es/photos/familia-playa-gente-oceano-6398107/)
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ES

En estos días leí un enunciado que iba dirigido a las madres y decía algo así: cuéntanos algo que como mamá extrañas hacer y no se lo dices a nadie... Y de una vez, me fui en automático a reflexionar y pensando en mi propia experiencia, y me doy cuenta de que hay muchas cosas que extraño hacer y que me gustaría poder tener más a menudo en mis días... aunque he estado trabajando en eso. Pero empecemos por el principio, antes de tener a mis hijos, tenía más tiempo para salir con mis amigos a diferentes lugares, como playas, parques, a tomarme un café o a reunirme a compartir alguna comida o celebración, con la libertad y sin la presión de tener que ver y vigilar a mis hijos para dejarlos por ejemplo a un buen resguardo y sobre todo no sentir esa sensación de estar constantemente pendiente y poder relajarme sin tanta preocupación. Amo a mis hijos, pero esa parte de su crianza ha sido fuerte para su papá y para mí, ya que no hemos tenido alguna fuente de apoyo, como de abuelos, tíos, cerca de nosotros y como el mundo esta, hemos sido muy desconfiados en cuanto a dejar con cualquiera a nuestros hijos, así sea por pocas horas, entonces eso nos ha costado, el no poder disfrutar de invitaciones, salidas, compartir en pareja y demás, sobretodo cuando nuestros hijos estaban más pequeños. Ahora que ya son unos adolescentes, nos hemos relajado un poco en cuanto a nuestras salidas, ya salimos un poco más como pareja, pero siempre tenemos nuestras limitantes, como por ejemplo, no por muchas horas, mucho menos por un fin de semana, porque ya están grandes, pero no lo suficiente para estar tantas horas sin supervisión y así vamos poco a poco haciendo otras cosas que habíamos dejado un poco de lado, como salir a comer solos, a caminar, salir con amigos, no es todo el tiempo, pero de vez en cuando nos dedicamos unas horas. Por otra parte, desde que nacieron mis hijos, siempre que me voy a comprar algo, lo que sea pienso en ellos, aunque sepa que realmente no necesitan algo en específico, si me compro cualquier cosa, quiero llevarles algo a ellos también, ese es un sentimiento que a veces quisiera mentalizarlo y decirme,"nada va a pasar si te comes ese postre que deseas" por ejemplo, y lo mismo le pasa a mi esposo. Creo que ese sentimiento no se irá, porque es algo que está latente en nosotros. En estos días con una amiga, hablábamos de este tema, ella se quejaba de no tener tiempo para ella, de no poder disponer ni del tiempo, ni del suficiente dinero que quisiera, para poder darse un gusto si así lo quisiera, porque lo primero que se le viene a la mente son las necesidades de sus hijos que aún están pequeños y es mamá soltera, entonces, me comentaba que se sentía asfixiada y recuerdo que junto a una rica barquilla que compartimos le dije: "esto poco a poco pasara amiga, ellos van a crecer y vas a tener tiempo de volver a hacer cosas para ti, que te lo digo yo", ahora sonrió escribiendo esto porque sé que es cierto. La maternidad es un reto, pero un reto de amor, quien diga que es fácil miente, pero bien vale la pena, esta experiencia de amor solo hay que equilibrarla, con nuestros tiempos, tener mucha paciencia y estar consciente que una vez que decidimos ser padres, nuestras prioridades cambian de lugar, un abrazo a quien lo necesite, saludos!