**Estimado mío:**
¿Estarás por algún rincón? Es que no te encuentro donde la gente dice que debería encontrarte; en al aire, en el agua y en la felicidad… Debe ser que no he estado muy feliz estos meses y por eso digo que no te encuentro.
El asunto es, si estas por allí, ¿podrías ayudarme? Verás, es que la cuestión está en lo siguiente: mi alma se perdió en el rincón más oscuro de mi Ego: mi *yo* y mi **Yo** no han estado en sincronía últimamente. Quería pedirte que me ayudaras a unirlos, pero primero necesito saber si estás aquí.
Siempre he querido ser agradecida con lo que me has dado: familia, dinero, trabajo y amor, sobre todo mucho del último. La cuestión es que, en estos dos últimos meses, me escasean las ganas de agradecerte porque no sé a quién o a que le estoy agradeciendo verdaderamente. Entonces, en mi búsqueda de unión entre mi *yo* y mi **Yo¨** he decidido buscarte debajo de cada piedra, de cada rincón y en cada risa cercana. Te buscaré hasta que tu nombre se vuelva uno en mi boca.
***«Joshua»*** diré tantas veces que me volveré una con tu nombre y tu esencia. Pero quiero que sepas que realmente te estoy buscando y estoy tratando de comprendernos en esa búsqueda llena de cansancio y pesimismo.
¿Dónde estás Joshua? ¿Por qué siento que te he perdido y así es como me perdí yo? Estoy en la búsqueda de esa señal que me diga que llegaste y comenzaremos a arreglar todo el desorden que dejaste con tu ausencia inmediata e imprevisible. Te juro por ti mismo, Joshua, que nos encontraremos nuevamente y mi **Ser** regresará a donde tenía que haber estado durante todo este tiempo.
Firmare como siempre tuya, aunque no sepa donde estés. Te seguiré buscando aunque tu pista se me pierda y aunque la búsqueda me asuste por no saber qué hacer contigo cuando te consiga, eso en caso de hacerlo.
*Firma como siempre tuya:*
**La niña de la búsqueda implacable.**
Hola, havieanos. Aquí les dejo una disertación bastante personal creo yo. Tratando de representar mi búsqueda incesante de la fe y la creencia.