Estaba demasiado cerca para su gusto, peleaba con todas sus fuerzas para espantarlo, supongo debido a la presencia de un nido. ¿De quiénes estoy hablando? Pues de este cernícalo, que cariñosamente le llamé Pirry y un sinsonte que, al contario de mi plácida mañana, libraban una batalla frente a mi habitación.
Pude capturar el evento con mi lente Zoom. Déjame decirte, amiga que si te gusta fotografiar aves, eres tímida o simplemente no quieres que se te escape nada, necesitas uno de estos en tu vida.
¿Quién ganó, cómo terminó todo? La respuesta es que no tengo ni idea, ya que me esperaba el desayuno en el bufete, pero al parecer todo terminó en buenos terminos porque luego me encontré ambas aves por separado y estaban bien. Al igual que yo luego desayunar.
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