Sentir la vida/Reflexión/ESP-ENG

Con qué frecuencia vamos como autómatas por la vida, yo diría que bastante, sin ten uner un porcentaje específico. En general, vamos haciendo y resolviendo el día a día.  El calor intenso, el tráfico o alguna noticia escabrosa nos sacan de nuestro modo de estar, hasta que nos acostumbramos y ya nada nos causa asombro.  #  [](https://pixabay.com/es/illustrations/audio-m%c3%basica-sentir-sonido-nota-8549150/) # El «¡qué calor!» no se sustituye por un «qué bien se está aquí», cuando la situación toca. Sí noto que hay más tendencia a la queja, no lo voy a negar; pero tampoco quiero generalizar, hay gente que siente y mucho.  He estado leyendo y enterándome de los PAS, personas altamente sensibles, para referirse a esa característica, que tiene un 20% de la población, según estudios que han hecho, que les hace ser más conscientes de lo que les rodea.  Desconozco cómo se reconoce esa característica y, sin que esta publicación trate específicamente de ese tema, me gustaría reflexionar sobre cómo la capacidad de sentir, que es algo para lo que todos estamos dotados, sea minimizada al punto de no darnos cuenta de fenómenos visibles de la vida o ignorarlos adrede. ¿Es posible promover el sentir en un entorno determinado? Podríamos comenzar por la familia, un grupo donde todos puedan darse cuenta de las situaciones positivas, tanto como se hace con las adversas, y actuar en consecuencia.  ¿De qué manera se haría eso, en el caso de ser posible? Observo entornos donde la insensibilidad se ha vuelto una constante, como lo muestran muchos hospitales y personas que trabajan en esos centros.  Dicen que de tanto ver catástrofes se les endurece el ánimo, la palabra, el comportamiento: el alma. Ser empático puede llegar a ser insoportable, pero cuando es el sentir de muchos, puede ser más llevadero y surgir de allí soluciones favorables.  Porque sentir no se refiere solo a lo hermoso, sino también a lo desagradable: a lo profundamente humano. Permitirse sentir las emociones y enseñar a los niños a ello puede ser un sano ejercicio en la búsqueda de una sociedad más responsable, con gente que se sensibilice cuando ve un accidente, un niño en situación de calle, un animal desvalido o sepa reconocer una situación anómala que podría generar un problema mayor. Estos son tiempos donde se habla mucho del desapego y cómo aplicarlo a la vida diaria, como una herramienta para liberarnos de la ansiedad. Y yo me pregunto, exponiéndome a que se me note la ignorancia del asunto, si no estamos bastante desapegados ya. Considero que sería un buen tema para un profundo análisis, y me pregunto también si estamos en capacidad, en este momento, de aplicar esta forma individualista de ser para tener mejor desempeño.  Pienso que aprender a sentir la vida, al otro, a las circunstancias que ocurren, al entorno con un mínimo de responsabilidad, podría ayudarnos a ser más empáticos sin que se pierda la sensibilidad en el camino. #  [](https://pixabay.com/es/photos/zorro-de-pared-lasiommata-megera-1528078/) # Sentir la relación que se tiene con el otro implica conocer más, ponerse en su lugar, apartar el narcisismo y afianzar compartires más humanos, basados en la necesidad de profundizar más en nosotros mismos.  ¿Cómo somos? ¿Cómo sentimos? ¿A qué le damos prioridad? # # Gracias por tu amable lectura. Mi contenido es original. Imágenes de Pixabay con su respectiva fuente. He utilizado el traductor de Google. # #