¡Bienvenid@! Es un placer saludarle a través de esta plataforma. En esta ocasión tengo el agrado de presentarles estas décimas, surgidas a partir de una reflexión que realicé en torno a la dificil situación que vive mi patria, Venezuela, la cual muchos no han dudado en catalogar como "la peor crisis económica que hemos atravesado en todos los tiempos".
Lo "normal" y recurrente es que señalemos culpables, a quienes se les acusa de corruptos, ladrones, usureros, bachaqueros, asesinos, etc, etc, etc. Esa realidad cotidiana me hizo pensar en los problemas más allá de lo económico y me obligó a realizarme los siguientes cuestionamientos:
Lo "normal" y recurrente es que señalemos culpables, a quienes se les acusa de corruptos, ladrones, usureros, bachaqueros, asesinos, etc, etc, etc. Esa realidad cotidiana me hizo pensar en los problemas más allá de lo económico y me obligó a realizarme los siguientes cuestionamientos:
¿De dónde sale el corrupto?
¿De dónde sale el ladrón?
¿De dónde sale el honesto
y el hombre trabajador?
¿De dónde sale el amable
y también el miserable?
¿De dónde salen quien ama
y quien no quiere ni a su madre?
¿Será que vienen de Marte, Venus, Saturno, Urano o de la Luna?
¡No! Todos tenemos el mismo origen: ¡La familia!
Esta conclusión, inevitablemente tiene que llevarnos a pensar hasta dónde somos corresponsables de lo que ocurre en nuestro país, que más que estar atravesando una crisis económica, está viviendo una crisis moral-cultural gravísima que ha tocado la base de nuestra sociedad: la familia.

Las causas de nuestros males
I
"Tanto tienes, tanto vales", mil veces ya lo he escuchado, como norma se ha implantado, como vid de los mortales. ¿Si no trepas cómo sales del hambre que causa histeria? ¡Mira pues, que cosa seria que no te hayas dado cuenta! Del mal que hace quien ostenta ocasionando miseria. |
II
A todo el que esté "montado" (1) señalamos de corrupto y al que cobra un exabrupto todos hemos protestado; pero tomamos "prestado" lo dispuesto donde quiera y por magia pareciera que aparece en nuestra casa. Vemos pues que es lo que pasa: es corruptible cualquiera. |
¡Que mal hace quien ostenta
escalando en la miseria!* |
Quien esté libre de culpa
lance la primera piedra.* |
III Sin escrúpulos, rastreros, unos delincuentes soban las miserias que le roban al pueblo en su desespero; les llaman los bachaqueros(2) a esos pérfidos maleantes que con unos "comerciantes" se componen y acaparan, los productos nos disparan con precios exorbitantes. |
IV Las causas de nuestros males las buscamos siempre afuera, acusamos a quien quiera y conviene ser banales, para errar como mortales y juzgar con eficiencia; así está nuestra conciencia que no acepta que fallamos y si no rectificamos dictamos nuestra sentencia. |
Los productos nos disparan
con precios escalofriantes.* |
Que si no rectificamos
veremos más consecuencias.* |
Coro I ¿Qué ha pasado en nuestra casa? ¿Qué pasó con la familia? Que la paz ya no concilia y la guerra le amenaza. Te diré que es lo que pasa: La ignorancia nos condena porque volvimos ajena la educación de los nuestros; dejando a otros ser maestros no formamos gente buena. |
Coro II ¿Qué ha pasado en nuestra casa? ¿Qué pasó con la familia? Que el amor no reconcilia y el odio pasa y arrasa. Te diré que es lo que pasa: La ignorancia nos condena porque volvimos ajena la educación de los nuestros; dejando a otros ser maestros no formamos gente buena. |