La asertividad, es un tema que todos deberíamos practicar más a menudo. No se trata solo de decir lo que pensamos, sino en cómo lo decimos. Está bien expresarnos está bien tener opiniones diferentes, pero también hay que pensar en la forma en que decimos las cosas, porque si lo decimos de forma negativa, agresiva o sin pensar podemos herir a alguien sin querer.
Cada persona piensa diferente, y eso está bien. No todos vamos a estar de acuerdo en todo. Pero cuando opinamos, tenemos que hacerlo de una manera asertiva y con respeto. Porque si lo decimos de mala manera ahí es donde se pierde el valor de lo que estando diciendo.
La asertividad nos ayuda a tener una mejor comunicación con los demás, nos permite expresar lo que sentimos y pensamos. Sin dañar lo que la otra persona siente o piense. Que nuestras palabras se escuchen bien, que se entiendan y que no se generen conflictos innecesarios.
Yo he tenido muchas experiencias, donde he visto lo importante que es la asertividad. En mi Liceo por ejemplo: cuando hacemos debates siempre hay momentos donde alguien se pasa un poco, no es que insulten, pero dicen las cosas con un tono fuerte, o con palabras que no caben bien. Y eso hace que la conversación se vuelva incómoda.
A veces los profesores nos dan un tema y cada quien da su opinión. Pero cuando alguien no está de acuerdo en vez de responder con calma lo hace de forma brusca, y eso no ayuda mucho que digamos. Porque aunque el punto sea válido, si lo dices de una mala manera, no te van a escuchar cómo esperas.
También he participado en cursos y en otras actividades. Donde se habla de temas importantes y ahí también se nota cuando alguien aplica la asertividad. Hay personas que quieren imponer su opinión, Que no escuchan, que responden de forma grosera, y eso genera discusiones que se podrían evitar. En esos momentos se trata de hablar con respeto, escuchar a la otra persona y dar mi punto de vista sin atacar.
No siempre es fácil, hay veces que uno está molesto, no sabe cómo decir algo sin que suene mal. Pero lo intento porque sé que si digo las cosas bien, me van a entender mejor, y no voy a crear un problema por algo que se pudo decir de otra forma.
Ser asertivo no es quedarse callado, es hablar con respeto, es decir lo que pensamos pero sin herir. Es saber que mi opinión vale, pero también la del otro. Y que si yo quiero que me escuchen también tengo que saber escuchar.
La asertividad nos ayuda a tener conversaciones más tranquilas, más claras y más respetuosas. Nos ayuda a evitar conflicto innecesarios y lo mejor de todo nos ayuda a entendernos mejor.
Yo sigo aprendiendo, no soy perfecta pero cada vez que tengo una conversación difícil, trata de pensar antes de hablar, trato de decir las cosas de forma que no suene mal. Porque al final lo que quiero es que me entiendan lo que estoy opinando.
Y si todos practicamos un poco más la asertividad. Podríamos tener mejores relaciones, mejores conversaciones y menos mal entendidos. Porque al final todos queremos ser escuchados pero también respetados.