Recorro tiendas atendiendo tradiciones, no es compatible lo que veo con lo que tengo, y un gran abismo en lo que quiero y lo que puedo, miro a la prole y mi visión se nubla, la realidad le da una cachetada a la ilusión, y la impotencia se hace dueña del bolsillo, la navidad se está quedando sin vestir, inmensa multitud en soledad económica, acudiendo al sepelio del estreno.
Yo si voy a estrenar en navidad, voy a vestir de lujo, me vestiré de esperanza, voy a cambiar todas las prendas viejas, voy a quitarme la gorra del pecado, voy a sacarme del pecho la camisa del rencor y a despojarme de los ceñidos pantalones que encarcelan la esperanza y así una vez desnudo, voy a vestir el alma con la suavidad de la seda del amor y una túnica de paz en algodón, voy a calzar mis pies con blandos cueros de pasos de esperanza y firme suela que apoyen mis pies en sólida fe. Voy a la tienda donde Dios es dueño.
Salmos 37:4-5 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará”.

[Fuente]( http://3.bp.blogspot.com/-JUweKXwsahs/UzL52EKGr6I/AAAAAAAALIo/x3W9n05W7PI/s1600/VENEZUELA.jpg)