Esta ronda de cuartos de final nos dejó una lección invaluable que trasciende las barras: la verdadera excelencia no se mide por la ausencia de errores, sino por la capacidad de transformarlos en combustible para seguir volando. Aquel instante en que la plancha se elevó más de lo planeado y perdí momentáneamente la postura pudo habernos desconcentrado, pero gracias a la conexión única con @yeremy-sw, los meses de entrenamiento sincronizado y la mentalidad resiliente que hemos forjado en cada amanecer de práctica, logramos convertir ese tropiezo en una demostración de carácter: compensamos con transiciones limpias, fuerza explosiva controlada y una sincronización que no solo impresionó al jurado, sino que nos confirmó que el trabajo en equipo es nuestro mayor superpoder. Este avance a semifinales no es solo un resultado, sino un testimonio de que cuando la técnica se une con la actitud, hasta los errores se convierten en escalones hacia el crecimiento. ¡A nuestra comunidad SWC y a todos los que vibran con el street workout: este camino lo hacemos juntos!