Desde que puedo orientarme en cuestiones relacionadas al arte, defiendo la idea del arte como convivencia. Creo que nuestras ciudades y espacios públicos deben transformarse, me encantaría ver un movimiento muralista, que transforme cada pared gris en galería al aire libre. A veces me sorprende hasta que punto el arte existe en una dimensión paralela a la de la mayoría de los cubanos.
Por ejemplo, pensemos en transformar o mejor dicho reproducir las obras de Liusan en alguna de las muchas paredes de concreto de nuestras ciudades, quizás verlo como una especie de exposición por espacio de un año, o lanzar concursos de crítica para decidir que obras transformar en murales. De esa forma creo que ganaríamos todos.