Jesus knows us completely; our deepest desires and needs are fully exposed before him, even when we try to hide them.
And there is nothing in all creation that is not manifest before him; but all things are naked and open to the eyes of him to whom we must give account. Jesus the Great High Priest 14 Therefore, since we have a great High Priest who has passed through the heavens, Jesus the Son of God, let us hold fast our confession. 15 For we do not have a High Priest who cannot sympathize with our weaknesses, but was in every way tempted as we are, yet without sin. 16 Let us therefore come boldly to the throne of grace, that we may receive mercy and find grace to help in time of need.
Hebrews 4:13-16
Surely each of us has our doubts about what heaven will be like. If we had the ability to create a place similar to the one God describes for us, what would we like to have there? This question may seem insignificant, but if we think a little more deeply, what do we fully identify with heaven? We should examine our thoughts and desires to discover what would give us inner satisfaction, and then we would conclude that nothing is enough. Many people are chasing things or someone else to simply figure out what they wanted. Perhaps we will never understand on our own what we truly desire regarding the eternal.
And there is nothing in all creation that is not manifest before Him, but all things are naked and open to the eyes of Him with whom we must give account.
Hebrews 4:13
That is why we have an intercessor. We are a priest who rules and intercedes before God for us with indescribable grace. In short, only Jesus Christ knows what we desire and what we need, even when we ourselves do not know in full or even in part what we want or desire. And God himself encourages us to approach the throne of grace with complete confidence and thus find mercy and grace for timely help. In this way, he assures us that Jesus, our High Priest, absolutely knows our truths, our desires, from the depths of our minds and hearts. Jesus Christ himself, through his word, shapes us and prepares us for our eternal life in heaven with him forever.
Jesús nos conoce completamente, nuestros deseos más profundos y nuestras necesidades están completamente expuestas delante de él, aún cuando nosotros tratamos de ocultarlo.
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Jesús el gran sumo sacerdote 14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:13-16
Seguramente que cada uno de nosotros tiene sus dudas acerca de cómo será el cielo, si nosotros tuviésemos la capacidad de crear un lugar semejante al que Dios describe para nosotros, ¿qué nos gustaría que haya en ese lugar?. Esta pregunta parecer insignificante pero si pensamos un poco más en profundidad ¿qué es lo que identificamos completamente en el cielo? Deberíamos recorrer nuestros pensamientos y deseos para conocer aquello que nos daría satisfacción interna y así concluiríamos que nada es suficiente, muchísimas personas están detrás de cosas o alguien como para simplemente descubrir qué es lo que querían, quizás nosotros nunca entenderemos por nuestra propia cuenta que es lo que realmente deseamos con respecto a lo eterno.
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Hebreos 4:13
Es por eso que tenemos un intercesor, somos sacerdote que gobierna e intercede delante de Dios por nosotros con gracia indescriptible, en resumidas palabras solamente Jesucristo sabe lo que deseamos y lo que necesitamos aún cuando nosotros mismo no conocemos en totalidad O ni siquiera parte de lo que queremos o deseamos. Y Dios mismo nos anima a que nos acerquemos con total confianza ante el trono de gracia y así hallar misericordia y gracia para el oportuno socorro. De esta forma nos da seguridad que Jesús, nuestro sumo sacerdote; conoce absolutamente nuestras verdades, nuestros deseos de lo más profundo de nuestra mente y nuestro corazón. Jesucristo mismo traje su palabra nos moldea y nos prepara para nuestra vida eterna en los cielos junto a él para siempre.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
