It is important that we consider the importance of approaching Christ in prayer with a humble heart so that we too may hear His voice.
Come, let us worship and bow down; Let us kneel before the Lord our Maker. 7 For he is our God; We are the people of his pasture, the sheep of his hand. If you will hear his voice today, 8 Do not harden your hearts, as at Meribah, As in the day of Massah in the wilderness,
Psalm 95:6-8
Believers can pray about the same subject, but each one comes up with different answers and different attitudes toward prayer. Why does this happen? We must understand that each of us comes with our own experiences and also the expectations of the life we face. We all desire to hear God's voice. If we want to do so clearly, we must first consider what influences that ability to hear God's voice.
First, we must be very clear that God does not change the foundations of faith either. However, if God's message adapts to each person according to our spiritual maturity and also according to our situation, this must be taken into account in our relationship with God.
Understanding who God is shows us the way we contemplate Him and how God influences us as we listen to Him. If we see God as an authoritarian and dictatorial father, we would live a life of submission. However, if we see Him as a loving father, we receive everything we receive from Him with love and encouragement.
Oh, how I love your law!
It is my meditation all the day long.
Psalm 119:97
As a third aspect, we must consider our attitude toward God. If we present ourselves before Him proudly and without the desire or need to hear His voice, so it will be. But if we approach Him with a humble heart, with the attitude of listening to His word and receiving it with joy, so it will be.
God has never stopped working and has never stopped speaking. Let us reflect on our attitudes and those aspects that often prevent us from hearing and receiving his message. Whatever it may be, let us bring it to light and present it to God in prayer with a humble heart. Let us be very sure that he will work in our favor to always give us the best.
Es importante que consideremos la importancia de acercarnos a Cristo en oración con un corazón humilde para escuchar también su voz.
Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto,
Salmos 95:6-8
Los creyentes podemos orar sobre un mismo asunto pero cada uno sale con respuestas diferentes actitudes diferente ante la oración, ¿Por qué sucede esto? Debemos entender que cada uno de nosotros viene con sus experiencias propias y también las expectativas de vida que tenemos por delante. Todos deseamos escuchar la voz de Dios, si lo queremos hacer con claridad primero debemos tener en cuenta aquello que influye en esa capacidad de escuchar la voz de Dios.
En primer lugar debemos tener bien claro que Dios no cambia tampoco los fundamentos de la fe, pero si el mensaje de Dios se adapta a cada uno según nuestra madurez espiritual y también conforme a nuestra situación, esto debemos tener en cuenta de nuestra relación con Dios.
Entender quién es Dios nos muestra la manera en que lo contemplamos y como Dios influye conforme lo escuchamos. Si nosotros lo tenemos a Dios presente como si fuera un padre autoritario y dictador, viviríamos una vida de sometimiento mientras que si lo vemos como un padre amoroso, todos los que recibimos de él los recibimos con amor y de forma alentadora.
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Salmos 119:97
Como tercer aspecto debemos considerar nuestra actitud hacia Dios, si nosotros nos presentamos delante de él orgullosos y sin deseo o necesidad de escuchar su voz así será. Pero si nos acercamos con un corazón humilde con la actitud de escuchar su su palabra y recibirla con gozo también así será.
Dios nunca ha dejado de obrar y tampoco ha dejado de hablar reflexionemos sobre nuestras actitudes y aquellos aspectos que nos impide muchas veces escuchar y recibir su mensaje, sea lo que sea traigámoslo a la luz y presentemos a Dios en oración con un corazón humilde y estemos muy seguro que el obrará a nuestro favor para darnos siempre lo mejor.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
