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When we begin to be grateful and thank God even when we are in the midst of the most difficult situations, our gaze is completely removed from the circumstances we are experiencing and directed toward God and his eternal faithfulness.
Give thanks to the Lord, call on his name; Make known his works among the nations. 2 Sing to him, sing praises to him; Declare all his wonderful deeds. 3 Glory in his holy name; Let the hearts of those who seek the Lord rejoice. 4 Seek the Lord and his strength; Seek his face continually. 5 Remember the wonderful things he has done, His miracles and the judgments he uttered,
Psalm 105:1-5
We understand from the word of God that when we give thanks to God today, we live a life of gratitude. God is glorified and magnified, but perhaps we forget or lose sight of the fact that giving thanks also benefits us.
How does it benefit us? Life distracts us with everything it brings. We tend to lose sight of or divert our attention from all that God has done. Instead of carrying all the weight the world places on our shoulders, we should turn our attention back to God, being completely grateful for His provision and for His faithful guidance at all times.
6 Be anxious about nothing, but in everything, by prayer and supplication, with thanksgiving, let your requests be made known to God.
Philippians 4:6
When we look to the Lord, we are relieved. We are still people under pressure or burdened with expectations and responsibilities. But when we place our lives and all that accumulation of worries in God's hands in an act of grace, the burden is no longer impossible to bear, and we place it on His shoulders. In that moment, the Lord fills us with His peace, and His Holy Spirit renews our strength to continue.
When we are grateful, we leave the realm of self-centeredness, as we focus on God, and our communion with the Father is strengthened and enriched. Recognizing His constant faithfulness in our lives also strengthens our trust in His faithfulness. All of this gives us that feeling of joy when we are grateful, and thus we can powerfully combat discouragement.
We see that being grateful is highly beneficial, but the reality is that it is not always easy. Giving thanks to God means changing our focus on many things, but the faster we do it, the faster we can regain our strength to overcome all the challenges that arise in our lives. Are you ready to start now?
Cuándo comenzamos a ser agradecidos y damos las gracias a Dios aún cuando estamos en medio de las situaciones más difíciles, nuestra mirada es totalmente apartada de las circunstancias que estamos viviendo y dirigida hacia Dios y su fidelidad eterna.
Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos. 2 Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas. 3 Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. 4 Buscad a Jehová y su poder; Buscad siempre su rostro. 5 Acordaos de las maravillas que él ha hecho, De sus prodigios y de los juicios de su boca,
Salmos 105:1-5
Entendemos por la palabra de Dios que cuando damos gracias a Dios hoy vivimos una vida agradecida a Dios el es glorificado y magnificado pero quizás olvidamos o perdemos de vista que también dar gracias nos beneficia nosotros.
¿En qué nos beneficia?, La vida nos distrae con todo lo que trae, solemos perder de vista o desviar la atención de todo lo que Dios ha hecho y en lugar de cargar con todo el peso que el mundo pone sobre nuestras espaldas debemos volver a poner nuestras miradas en Dios siendo totalmente agradecido por su provisión y también que nos guía fielmente en todo tiempo.
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Filipenses 4:6
Cuando ponemos nuestra mirada en el señor somos aliviados, no dejamos de ser personas que reciben presiones o que tenemos expectativas y responsabilidades. Pero cuando ponemos nuestra vida y todo ese cúmulo de preocupaciones en las manos de Dios en acción de gracia, la carga deja de ser imposible de llevar y la depositamos en sus hombros, en ese momento el señor nos llena de su paz y su espíritu Santo nos renueva las fuerzas para poder continuar.
Cuando somos agradecidos estamos saliendo de la esfera del egocentrismo ya que nos enfocamos en Dios y nuestra comunión con el padre se fortalece y es enriquecida, al reconocer su fidelidad constante en nuestras vidas también nuestra confianza en su fidelidad se ve Fidel izada y fortalecida. Todo esto hace que cuando somos agradecidos tengamos esa sensación de alegría y así podemos combatir fuertemente el de desánimo.
Vemos que ser agradecidos es altamente beneficioso pero la realidad es que no es siempre fácil. Dar gracias a Dios significa cambiar el enfoque de muchas cosas pero cuanto más rápido lo hacemos, más rápido podemos recuperar nuestras fuerzas para superar todos los desafíos que se presenten en nuestra vida ¿estás dispuesto iniciar ahora?.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
