As we grow and mature in Christ, our discernment is even greater.
While he was still speaking, a bright cloud overshadowed them, and a voice from the cloud came, saying, "This is my beloved Son, with whom I am well pleased; listen to him." 6 When the disciples heard this, they fell on their faces and were terrified. 7 Then Jesus came and touched them and said, "Rise, and do not be afraid." 8 When they lifted up their eyes, they saw no one but Jesus alone.
Matthew 17:5-8
Our relationship with the Lord and our spiritual growth is closely related to our ability to hear His voice. The first step is when we receive Jesus Christ as our only and sufficient Savior. We receive salvation and eternal security. But even if that's not all, God fervently desires that we develop in faith and grow like a newborn child until we become mature in Christ. All of this brings us closer and closer to Jesus Christ himself through faith.
This is not an act like receiving salvation; growth is a lifelong process. We acquire greater maturity and greater clarity and discernment. For example, when we pray to God, we are speaking to someone close to us; we are conversing with our Father who loves us and sustains us throughout our lives.
For the Lord is the Spirit; and where the Spirit of the Lord is, there is freedom. 18 Therefore, we all, with unveiled face, beholding as in a mirror the glory of the Lord, are being transformed into the same image from glory to glory, just as by the Spirit of the Lord.
2 Corinthians 3:17-18
As we grow spiritually through the study of the Word, we develop a much closer resemblance to the Son of God. Our language, our attitudes, and consequently our entire lives are transformed. It also changes the way we approach God. The more we know Him, the more we approach Him with greater confidence and joy, becoming much more secure in our relationship with Him. Understanding all this, we rejoice in whatever our situation.
As we grow, we understand that there is nothing in the way, there is no hindrance in the communion between God and us. We learn to contemplate Him with greater clarity and assurance. The closer we draw to Him, the more our spiritual discernment develops. And we learn to enjoy greater intimacy through Jesus Christ, our communication and relationship with God develops much more as our spiritual life develops as well.
Medida que vamos creciendo y madurando en Cristo, nuestro discernimiento es aún mayor.
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. 6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. 7 Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. 8 Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.
Mateo 17:5-8
Nuestra relación con el señor y nuestro crecimiento espiritual está relacionado estrechamente con nuestra capacidad de escuchar su voz, el primer paso lo damos cuando recibimos a Jesucristo como único y suficiente Salvador, recibimos la salvación y esa seguridad eterna, pero si no termina todo, Dios desea fervientemente que nos desarrollemos en la fe y crecer así como un niño recién nacido hasta ser maduros en Cristo, todo esto nos acerca mucho más y más a través de la fe al mismo Jesucristo.
Éste no es un acto como cuando recibimos la salvación, el crecimiento es un proceso que dura toda la vida, adquirimos mayor madurez y adquirimos mayor claridad y discernimiento que por ejemplo al orar a Dios estamos hablando a una persona cercana, estamos conversando con nuestro padre que nos ama y nos sostiene a lo largo de toda nuestra vida.
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
2 Corintios 3:17-18
Vida que crecemos espiritualmente a través del estudio de la palabra, vamos desarrollando un parecido mucho más conforme al hijo de Dios, se transforma nuestro lenguaje, nuestras actitudes y como consecuencia toda nuestra vida. Cambia también la forma en que nos acercamos a Dios ya que a medida que más le conocemos nos acercamos con mayor confianza y alegría estando mucho más seguro de nuestro relación con el entendiendo todo esto nos regocijamos en cualquiera que sea nuestra situación.
A medida que crecemos vamos entendiendo que no hay nada en medio, no existe estorbo en la comunión entre Dios y nosotros, aprendemos a contemplarle con mayor claridad y seguridad. Mucho más nos acercamos a él, nuestro discernimiento espiritual se desarrollan mucho más. Y aprendemos a disfrutar una mayor intimidad a través de Jesucristo, nuestra comunicación y relación con Dios se desarrolla mucho más a medida que se desarrolla también nuestra vida espiritual.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.