
Greetings, friends at @silverbloggers.
“Don't worry, get busy” is a phrase I try to apply to my daily life, and it has worked quite well for me, among many other things, because worrying is thinking about the future and does not solve problems, while getting busy is about the present and taking action, which is where I come in.
This doesn't mean that nothing worries me, just that I'm more careful not to get carried away by thoughts that don't lead me to a solution or that make me feel anxious, stressed, or powerless.
From this perspective, there are many things that I don't worry about today, starting with those that are beyond my control, for example:
I hardly worry about global problems anymore, such as global warming, extreme poverty, drug trafficking, or child abuse. I simply realized that it is not in my power to solve them. What I can and do do is be more aware of my individual and social responsibility and contribute from there.
I hardly worry anymore about wanting to solve other people's problems. I try not to be an ambulance driver. If someone wants my help, they should ask for it directly. It's not about arrogance or a lack of humility; it's about recognizing that not everyone wants help, which is why sometimes your offer is inappropriate.

On a completely personal level, I've stopped worrying about the cleanliness and extreme orderliness of my home. I clean when I want to and when I can, maintaining the essential order so I don't feel chaos.
I no longer worry so much about things I can't solve “right now.” I am amazed at how age brings a great deal of patience. You understand that it is of little use to push things, as long as you are clear about where you are going and take action to get there. You know that at some point you will achieve it. By this, I mean material things.
The above is closely related to priorities. The most recent example I have to illustrate this idea is that this year I had decided to waterproof the roof of my house, which represents a significant investment for me. My children invited me to visit them in the country where they live, and that became my priority. The roof can wait until the time is right.
I recently published a post about time management, and this seems to be another of the great advantages that age brings, or perhaps it's fatigue, which seems to come with it. I hardly ever worry anymore about “not having enough time.” I have largely let go of that desire to do so many things in a day, I take things more calmly, which means taking on commitments and responsibilities without getting overwhelmed, but above all leaving room for rest and my recreational or leisure activities.
As I have been pointing out in each one, I have used the word “almost,” because worrying becomes practically inevitable in some circumstances. For example, thinking about the political and economic situation we Venezuelans are experiencing is something that leads to concern, and it is something you cannot ignore as if it did not exist or did not affect you. What I can do, and do, is not let it paralyze me, not devote more time to it than is strictly necessary, and not allow my thoughts to lead me to emotions that disturb my peace of mind.

 Saludos amigos de @silverbloggers. "No te preocupes, ocúpate”, es una frase que procuro llevar a mi práctica de vida diaria y me ha funcionado bastante bien, entre tantos aspectos, porque la preocupación es pensamiento futuro y no resuelve situaciones, ocuparse es presente y accionar, allí es donde me anoto. Lo cual no quiere decir que nada me preocupa, solo que estoy más pendiente de no dejarme llevar por esos pensamientos que no me conducen a resolver o que me ubican en el malestar de la ansiedad, el estrés o la desagradable sensación de la impotencia. Desde este ángulo hay muchas cosas por las que hoy en día no me preocupo y comienzo por las que se escapan de mi ámbito de solución, por ejemplo: Ya casi no me preocupo por los problemas mundiales, como el calentamiento global, la pobreza extrema, el tráfico de drogas o el maltrato infantil. Sencillamente comprendí que no está en mis manos resolverlo, lo que sí puedo y hago es ser más consciente de mi responsabilidad individual y social y desde allí aporto. Ya casi no me preocupo por querer resolverle los problemas a los demás, trato de no ser ambulancia, si alguien quiere mi ayuda, que la pida directamente, no se trata de soberbia o falta de humildad , es reconocer que no todos quieren ayuda por lo cual a veces tu ofrecimiento es inapropiado.  Ya en el plano completamente personal deje de preocuparme por la limpieza y el orden extremo de mi hogar, limpio cuando quiero y puedo, mantengo el orden esencial para no sentir caos. Ya no me preocupo tanto por las cosas que no puedo resolver “ya para ya”. Me asombro como con la edad llega una gran dosis de paciencia, comprendes que sirve de muy poco querer empujar las cosas, mientras tengas claro para donde vas y accionar en ello, sabes que en algún momento lo lograrás, en esto me refiero a las cosas materiales. Lo anterior guarda una estrecha relación con las prioridades, el ejemplo más reciente que tengo para ilustrar está idea es que este año me había propuesto impermeabilizar el techo de mi casa, lo cual representa para mi una alta inversión, mis hijos me invitaron a visitarlos en el país donde se encuentran y esa fue mi prioridad, el techo, que sea para cuando llegue su momento. En estos días publiqué un post sobre la administración del tiempo y está parece ser otras de las grandes ventajas que te da la edad o quizás sea cansancio, que como que vienen juntos, ya casi no me preocupo porque el “tiempo no me alcanza”, he soltado en gran medida ese afán de querer hacer muchísimas cosas en el día, voy con más calma lo que implica asumir compromisos y responsabilidades sin agobiarme, pero sobre todo dejando espacio para el descanso y mis actividades recreativas o de ocio. Como he venido señalando en cada una he colocado la palabra “casi”, pues preocuparse se vuelve prácticamente inevitable en algunas circunstancias, por ejemplo pensar en la situación política-económica que vivimos los venezolanos es algo que lleva a la preocupación y es algo que no puedes mirar para el otro lado como si no existiera o no te afecta, lo que sí puedo hacer y hago es no paralizarme, no dedicarle más tiempo del estrictamente necesario y no permitir que mi pensamiento me lleve a emociones que me saquen de mi tranquilidad.
 Saludos amigos de @silverbloggers. "No te preocupes, ocúpate”, es una frase que procuro llevar a mi práctica de vida diaria y me ha funcionado bastante bien, entre tantos aspectos, porque la preocupación es pensamiento futuro y no resuelve situaciones, ocuparse es presente y accionar, allí es donde me anoto. Lo cual no quiere decir que nada me preocupa, solo que estoy más pendiente de no dejarme llevar por esos pensamientos que no me conducen a resolver o que me ubican en el malestar de la ansiedad, el estrés o la desagradable sensación de la impotencia. Desde este ángulo hay muchas cosas por las que hoy en día no me preocupo y comienzo por las que se escapan de mi ámbito de solución, por ejemplo: Ya casi no me preocupo por los problemas mundiales, como el calentamiento global, la pobreza extrema, el tráfico de drogas o el maltrato infantil. Sencillamente comprendí que no está en mis manos resolverlo, lo que sí puedo y hago es ser más consciente de mi responsabilidad individual y social y desde allí aporto. Ya casi no me preocupo por querer resolverle los problemas a los demás, trato de no ser ambulancia, si alguien quiere mi ayuda, que la pida directamente, no se trata de soberbia o falta de humildad , es reconocer que no todos quieren ayuda por lo cual a veces tu ofrecimiento es inapropiado.  Ya en el plano completamente personal deje de preocuparme por la limpieza y el orden extremo de mi hogar, limpio cuando quiero y puedo, mantengo el orden esencial para no sentir caos. Ya no me preocupo tanto por las cosas que no puedo resolver “ya para ya”. Me asombro como con la edad llega una gran dosis de paciencia, comprendes que sirve de muy poco querer empujar las cosas, mientras tengas claro para donde vas y accionar en ello, sabes que en algún momento lo lograrás, en esto me refiero a las cosas materiales. Lo anterior guarda una estrecha relación con las prioridades, el ejemplo más reciente que tengo para ilustrar está idea es que este año me había propuesto impermeabilizar el techo de mi casa, lo cual representa para mi una alta inversión, mis hijos me invitaron a visitarlos en el país donde se encuentran y esa fue mi prioridad, el techo, que sea para cuando llegue su momento. En estos días publiqué un post sobre la administración del tiempo y está parece ser otras de las grandes ventajas que te da la edad o quizás sea cansancio, que como que vienen juntos, ya casi no me preocupo porque el “tiempo no me alcanza”, he soltado en gran medida ese afán de querer hacer muchísimas cosas en el día, voy con más calma lo que implica asumir compromisos y responsabilidades sin agobiarme, pero sobre todo dejando espacio para el descanso y mis actividades recreativas o de ocio. Como he venido señalando en cada una he colocado la palabra “casi”, pues preocuparse se vuelve prácticamente inevitable en algunas circunstancias, por ejemplo pensar en la situación política-económica que vivimos los venezolanos es algo que lleva a la preocupación y es algo que no puedes mirar para el otro lado como si no existiera o no te afecta, lo que sí puedo hacer y hago es no paralizarme, no dedicarle más tiempo del estrictamente necesario y no permitir que mi pensamiento me lleve a emociones que me saquen de mi tranquilidad.

Translated with DeepL.com (free version)
Fuente de imágenes: Archivo personal



MIS REDES SOCIALES





