Greetings, friends of @silverbloggers.
Many of us who are part of the community belong to the Baby Boomer or Generation X generations, two generations that have witnessed changes of great global and national importance unfold before our eyes.
Events ranging from the space age, such as the moon landing, to the humanization of pets to the point where they are replacing human affection, through feminist movements, the arrival of the contraceptive pill, the recognition and visibility of women in society and issues related to fertility, cell phones, and artificial intelligence. All of these have, to a greater or lesser extent, impacted the way we conceive of the world and how we develop in it.
One of the areas where we have seen major changes is communication. I remember, when I was about 8 years old, one of my paternal uncles went to the United States to do a postgraduate degree. My grandmother cried over the absence of her beloved son, and one of her greatest joys was when another of her sons sent her a telegram with a small sheet of paper confirming that he was well and that he loved her very much.
As a teenager, I remember exchanging letters with a friend I made at boarding school. I would wait eagerly for the mailman to arrive, and it was a real treat to go to the post office to send my letters. I remember every step: standing in front of the counter, handing over the envelope so that the clerk could place it on a scale and, depending on its weight, sell me the stamps I needed. I would moisten it on a pad, stick it to the letter, and return to the counter to have it stamped for later delivery. It was all very artisanal.
As a child, I also learned about the telephone, but I don't know if area codes didn't exist or if national and international calls were very expensive, because for calls that weren't local, we would go to the central office and call from a booth. Fast forwarding in time, I also learned about and used the fax machine as the fastest and most secure way to send documents to institutions that required them.
What changed in the world to make all these means of communication obsolete? The arrival of the Internet. I remember exactly when I first heard this word and how shocked I was when I understood the idea. It was 1996, I was pregnant with my daughter, I was teaching at a technical college, I was teaching the subject, research methodology, the students had to present a monograph, the topic was free and after the delivery, we had a discussion.
One of the students presented me with a paper titled The Information Highway. As I read what I thought was a fictional story about a military project called Arpanet, which “got out of hand” due to its potential benefits for humanity and was renamed the Internet, I understood very little. So when it was time to discuss the paper with the young man, I had many questions.
He patiently and eloquently explained it to me, giving me a general idea that amazed me. The questions that most concerned me were: Does this already exist? Is it in Venezuela? His answer: Yes, it already exists. We don't have the technology in Venezuela yet, but it will come soon because the internet is the future present.
And in this way, I learned about one of the historical events that transformed the way we communicate, research, and learn.
Saludos amigos de @silverbloggers.
Muchos de los que hacemos vida en la comunidad pertenecemos a la generación Baby Boomers o a la generación X, dos generaciones que hemos visto pasar frente a nuestros ojos cambios de gran importancia mundial y nacional.
Eventos que van desde la era espacial como la llegada del hombre a la luna, hasta la humanización de las mascotas a un punto que están sustituyendo los afectos humanos, pasando por los movimientos feministas, la llegada de la píldora anticonceptiva, el reconocimiento y visibilización de la mujer en la sociedad y lo relacionado con la fertilidad, el teléfono celular, la Inteligencia Artificial. Todos ellos en mayor o menor grado han impactado la manera de concebir el mundo y como nos desarrollamos en él.
Una de las áreas donde notamos grandes cambios ha sido en la comunicación. Recuerdo que tenía como 8 años cuando uno de mis tíos paternos se fue a hacer un postgrado para Estados Unidos, mi abuela lloraba la ausencia de su querido hijo y una de las grandes alegrías que tenía era cuando llegaba otro de sus hijos que era telegrafías con una pequeña hoja, un telegrama, donde le confirmaba que estaba bien, y que la quería mucho.
De adolescente recuerdo que intercambiaba correspondencia con una amiga que hice en el internado, esperaba con gran emoción la llegada del cartero y era todo un gusto ir al correo para enviarle las mías, llegan a mi memoria cada paso: pararme frente al mostrador, entregar el sobre para que la funcionaria la colocara sobre una balanza y según su peso me vendía los sellos postales que requería, en una almohadilla la humedecía, la pegaba a la carta y volvía al mostrador para que la sellaran para su posterior envío. Todo muy artesanal.
De niña también conocí el teléfono, pero no sé si es que no existían los códigos de áreas o que resultaban muy costosas las llamadas nacionales e internacionales, pues para las llamadas que no fuesen locales íbamos a las centrales y desde una cabina llamábamos. Dando un salto en el tiempo, también conocí y utilicé el fax como la manera más rápida y segura de consignar documentos a instituciones que lo requerían.
¿Qué cambio en el mundo para que todos estos medios quedaran obsoletos? La llegada de Internet. Recuerdo con exactitud cuando escuché por primera vez esta palabra y lo impactada que quedé cuando fui comprendiendo la idea. Era el año 1996, estaba embarazada de mi hija, daba clases en un tecnológico, dictaba la asignatura, metodología de la investigación, los muchachos tenían que presentar una monografía, el tema era libre y posterior a la entrega, hacíamos una confrontación.
Uno de los alumnos me presentó un trabajo titulado, La autopista de la información, mientras leía lo que para mí era una historia de ficción de un proyecto militar llamado Arpanet, que se “escapo de las manos” por su proyección en beneficio de la humanidad y pasó a llamarse internet, era muy poco lo que comprendía, así que cuando correspondió la confrontación con el joven, tenía muchas preguntas.
Él pacientemente y con gran elocuencia me explicó, dándome una idea general que me maravilló, las interrogantes que más me inquietaban era: ¿Eso ya existe, está en Venezuela? Su respuesta: Si, eso ya existe, no en Venezuela aún no tenemos la tecnología, pero pronto llegará porque internet es el futuro presente.
Y así conocí uno de los hechos históricos que transformó la manera de comunicarnos, de investigar, de aprender.
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