Hoy he querido variar, por eso una historia les vengo a contar: estaba yo en altamar... no, no... esperen, les tengo miedo a las olas y a los deberes; mejor digamos que estaba en el desierto, pero.. ¿y si me pierdo y con tanto calor todo se vuelve incierto? Olvídenlo; estaba en la ciudad... aunque hay mucho smog y de aire mala calidad; debería ser mejor el campo, sin embargo ¿y si me muerde un bicho raro? Ahí me moriría incluso rezándole a cualquier santo.
¡Qué difícil es esta historia!
Mejor, perderé la memoria
y me quedaré con el café de mi habitación;
ahora entiendo y con razón,
por qué los viajeros son tan valientes;
prefiero de corazón,
que ellos se lleven la gloria,
mientras yo canto la victoria.
-Dann Axkaná