Saludos, queridos lectores!
Hace poco estaba analizando algo que siento desde niña, y quise reflexionar sobre ello, y que siempre fue secundario para mí: ser mamá. De niñas jugamos con muñecas tipos bebés, con barbies, jugamos a la familia. Desde muy chiquita tuve instinto materno, con mis hermanos pequeños, con mis sobrinos… siempre quise ser mamá, pero está ese temor de todo lo que conlleva serlo.
Fuente: https://ursulamuller.com/blog/maternidad-sin-pareja-por-eleccion-razones-y-apoyo-65241506995a9
He leído y visto tantas cosas sobre ello, como preparar tu cuerpo antes, como prepararlo durante, y después. Veo a tantas mamás disfrutando su maternidad y a otras odiándolo, y no quiero ser de las segundas. No sé cuándo los tendré, o si podré tenerlos, pero no quiero hacerlo por presión, ni por “accidente”. Quiero ser una mamá planificada, una madre por elección y en el momento correcto.
Veo cuantas mujeres son juzgadas por no querer ser mamá, por no poder, por como son, o por cómo no deberían ser. Y pienso, ¿por qué juzgamos las decisiones de otras mujeres? No todas tienen el sueño de ser mamá, incluso, algunas no pueden y sufren por ello, hasta resignarse y enfocarse en algo más. Y tocar ese tema, puede abrir heridas.
Ser madre es un tema delicado, cada mujer tiene sus batallas, sus metas, y enfoques. Tal vez para mi sea un sueño, pero no sabemos si podré cumplirlo, o si debería, el mundo está tan decadente, lleno de maldad, peligros y contaminación, que quizás no sea conveniente. Y hice este verso sobre ello:
“Soñamos, y soñamos,
pero entre sueños,
nos quedamos.
Expectativas pesadas,
que nos recargan,
escuchamos deberías,
pero no como “querías”.
Queremos empatía,
mas no simpatía,
ponte en otros zapatos y
no de los tuyos.
Un mundo lleno de moldes
Con pedestales y reglas,
En el que no queremos amoldarnos,
Solo decidir y vivir”.
Conozco madres increíbles, cada una con sus propias luchas y batallas, pero dando lo mejor de sí. Así como admiro a las mujeres que deciden no tener, y enfocarse en otros tipos de sueños. Mi admiración con ustedes, mujeres. Porque su fortaleza siempre es digna de admirar y aplaudir. Que nada las detenga de seguir sus sueños y metas. Que cada decisión sea hecha con conciencia y no por presión.