Estoy bastante segura que ocurrió por la influencia de mis padres, en aquellos tiempos no existían tantas tecnologías y a ellos no les importaba si jugaba en todos lados y me ensuciaba. Así fui creciendo tratando siempre de realizar actividades que me permitieran estar al aire libre, ir a parques y compartir con distintas personas.
¡A los 17 viví una experiencia única¡ Es algo tan profundo que no es posible describirlo con palabras, pero lo cierto es que supe en ese momento que aquella sensación única de amor, solo podía sentirla en conexión con la naturaleza y que por lo tanto tenía que hacer algo positivo.
Fue entonces como elegí mi carrera profesional, asumiendo un reto con responsabilidad, mis profesores dicen que ser Ingeniero Ambiental es como ser Abogado del Ambiente, quizás es una de las pocas veces que he escuchado algo tan bonito y que me he sentido plenamente feliz.
Tengo amistades que han seguido al igual que yo eso que aman, me siento tan orgullosa de ellos, porque a veces no es sencillo y no todos te apoyan, pero cuando el corazón habla no hay quien lo pueda callar.
Lo importante es saber que siempre habrá quienes estén allí para ti y amen verte sonreír.