I can say that since I was little, I always wanted my own pet, watching my sister fall in love with every puppy she brought home. I wanted to experience what it was like to care for a puppy, since, unfortunately, I get rashes from cat hair, although I also love them. The problem is that my mother's house, with one daughter already having a pet, couldn't accommodate two, so I had to wait many years. But time passes, life changes, and it takes many twists and turns. Among those twists and turns, I managed to become independent and get an apartment where pets are allowed, and I adopted a puppy. From the first moment I saw it, I couldn't take my eyes off it. There were six more to choose from, but I loved it as soon as I saw it. The owner told me it had a strong character, but I didn't pay attention at the time to what would be a warning I shouldn't ignore. Anyway, we got home and started getting to know each other little by little. I learned that I don't like toe bites, that he doesn't like me to cut his nails or touch his paws, among many other things. Now, five months later, I can say I have a companion who torments me but also brings joy to my life. He always has energy to play and craves affection. He always behaves kindly with children and older people but loves to run around with anyone who shows interest and energy. It hasn't been easy, but the adventure is just beginning, and day by day we share experiences. People tend to romanticize having pets, and I tell them: it's not romantic, and it gives you headaches. You suffer almost as if they were a child in your care. You cry when they break something or disobey... but it's super sweet when you come home and find that little friend who looks at you as if you were the best thing in the world. Because that's what we are to them. Take care of your pets and give lots of love to animals. Thanks for reading. Blessings.
ESPAÑOL
Puedo decir que desde pequeña siempre quise tener mi propia mascota, viendo como mi hermana se enamoraba de cada cachorro que traía a casa. Quería experimentar lo que era tener bajo mi cuidado un perrito, puesto que desgraciadamente me salen sarpullidos con el pelo de gato, aunque también me encantan. El tema es que en casa de mi madre ya con una hija con mascota no se podían admitir dos, así que me tocó esperar largos años. Pero el tiempo pasa, la vida cambia, da muchas vueltas, y entre esas vueltas logré independizarme y conseguir un departamento donde se permiten mascotas...y adopté un cachorrito. Desde el primer momento que lo vi no le quité los ojos de encima, y habían 6 más para escoger, pero me encantó en cuanto lo vi. El dueño de la madre me comentó que tenía carácter pero no presté atención en ese momento a la que sería una advertencia que no debía pasar por alto. Pero bueno...llegamos a casa y comenzamos a conocernos poco a poco. Aprendí que no me gustan las mordidas en los dedos de los pies, que a él no le gusta que le corte las uñas o le toque las patas, entre muchas cosas más. Ahora, 5 meses después puedo decir que tengo un compañero que me atormenta pero a la vez me alegra la vida. Que siempre tiene energía para jugar y ganar de que le den cariño. Que siempre se comporta gentilmente con niños y personas mayores pero ama corretear con quien le demuestre interés y energía. No ha sido fácil pero la aventura apenas comienza y día a día vamos compartiendo vivencias. Las personas tienden a romantizar el tener mascotas y les digo: no es romántico y da dolores de cabeza. Se sufre casi como si fuese un niño a tu cargo. Se llora cuando rompen algo o desobedecen...pero es super lindo cuando llegas a casa y encuentras ese amiguito que te mira como si fueses lo mejor del mundo. Porque eso somos para ellos. Cuiden a sus mascotas y den mucho amor a los animales. Gracias por leer. Bendiciones