Los Árboles.
Desde lo lejos, los árboles se alzan como guardianes, con sus copas danzando en el viento, un mar verde y vivo que ilumina el lugar .
Hojas que susurran secretos al sol poniente,
troncos que dibujan sombras largas en la tierra.
Así de hermoso y sublime es su figura.
En su abrazo, el mundo se detiene un instante,
vistas de raíces profundas y ramas al infinito,
donde el cielo se refleja en gotas de rocío,
y el alma encuentra paz en su eterna quietud.
