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Saludos, amigos de SWC y Hive, espero estén muy bien. Hoy quiero compartirles unas fotografías muy especiales de mi entrenamiento, donde estuve practicando uno de esos elementos que siempre me ha parecido tan desafiante como hermoso: el one arm handstand.
Este movimiento, para quienes no lo conozcan, consiste básicamente en sostenerse en equilibrio con una sola mano. Dicho así suena sencillo, pero la verdad es que detrás hay horas y horas de práctica, paciencia y sobre todo, un dominio sólido del handstand básico. El one arm no se logra de un día para otro, es de esos trucos que te ponen a prueba en todos los sentidos: fuerza, equilibrio, concentración y hasta la calma mental para mantenerte sereno cuando sientes que el cuerpo quiere caer.
En mi entrenamiento de hoy sentí justo eso, esa mezcla entre reto y satisfacción. Al principio los intentos siempre tienen esa tensión de querer controlar cada detalle: la alineación del cuerpo, la respiración, la fuerza del brazo de apoyo… pero con el tiempo vas entendiendo que el equilibrio no se trata de rigidez, sino de fluir. Y cuando logras mantenerte unos segundos arriba, con una sola mano sosteniendo todo tu peso, la sensación es indescriptible. Es como detener el tiempo, como si todo alrededor desapareciera y solo quedaras tú, flotando en tu propio eje.
Lo que más me gusta del one arm handstand es que no solo es un truco vistoso, sino una verdadera prueba de paciencia y disciplina. Cada progreso, por pequeño que sea, es una victoria. Cada día que logras aguantar un poco más en el aire, sabes que estás avanzando. Y lo mejor de todo es que una vez que empiezas a dominarlo, se convierte en una obra de arte en movimiento. Verlo y sentirlo es una belleza total, porque refleja todo ese esfuerzo que hay detrás.
Hoy, mientras entrenaba, pensaba en lo increíble que es cómo el Street Workout transforma nuestra manera de ver las cosas. Lo que al inicio parece imposible, con constancia y dedicación se convierte en parte de nuestra realidad. Y creo que eso es lo más motivador: saber que no hay límites, que siempre hay un nuevo reto esperando ser alcanzado.
Al terminar, quedé con esa satisfacción única que solo deja un buen entrenamiento. Me fui con la certeza de que cada día estoy un paso más cerca de perfeccionar este movimiento y con más ganas de seguir explorando lo que el cuerpo y la mente son capaces de lograr.
Un gran saludo para todos, sigamos entrenando fuerte y disfrutando del proceso, porque al final cada logro, por pequeño que parezca, nos recuerda lo valioso que es este camino.
Greetings, friends of SWC and Hive, I hope you are all doing well. Today I want to share some very special photos from my training session, where I was practicing one of those elements that I have always found as challenging as it is beautiful: the one-arm handstand.
For those who are unfamiliar with this move, it basically consists of balancing on one hand. It sounds simple, but the truth is that behind it lies hours and hours of practice, patience, and above all, a solid mastery of the basic handstand. The one-arm handstand is not achieved overnight; it is one of those tricks that tests you in every way: strength, balance, concentration, and even the mental calm to stay serene when you feel your body wants to fall.
In my training today, I felt just that, that mixture of challenge and satisfaction. At first, attempts always have that tension of wanting to control every detail: the alignment of the body, the breathing, the strength of the supporting arm... but over time you come to understand that balance is not about rigidity, but about flow. And when you manage to stay up for a few seconds, with just one hand supporting your entire weight, the feeling is indescribable. It's like stopping time, as if everything around you disappears and only you remain, floating on your own axis.
What I like most about the one-arm handstand is that it's not just a flashy trick, but a true test of patience and discipline. Every bit of progress, no matter how small, is a victory. Every day you manage to hold on a little longer in the air, you know you're making progress. And best of all, once you start to master it, it becomes a work of art in motion. Seeing and feeling it is pure beauty, because it reflects all the effort that goes into it.
Today, while I was training, I was thinking about how incredible it is how Street Workout transforms the way we see things. What seems impossible at first, with perseverance and dedication, becomes part of our reality. And I think that's the most motivating thing: knowing that there are no limits, that there is always a new challenge waiting to be achieved.
When I finished, I was left with that unique satisfaction that only a good workout can bring. I left with the certainty that every day I am one step closer to perfecting this movement and with a greater desire to continue exploring what the body and mind are capable of achieving.
A big hello to everyone, let's keep training hard and enjoying the process, because in the end, every achievement, no matter how small, reminds us how valuable this journey is.
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@dilanbrad
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@dilanbrad
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Muchas gracias por leer mi publicación!
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Thank you very much for reading my publication!
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