¡Hola, amigos de Steemit! El día de hoy continuaremos con la segunda parte de "El Mal Querer y el hilo narrativo elaborado por Rosalía" (pueden leer la primera parte aquí), en la cual les daré mi interpretación de las seis canciones restantes del álbum, así como una reflexión sobre la violencia de género en la actualidad. # Preso. Capítulo 6: Clausura  Fuente En este capítulo no escuchamos la voz de Rosalía, sino de la actriz Rossy de Palma, quien fue conocida como "La chica Almodóvar" debido a sus papeles en distintas películas del director español Pedro Almodóvar. Rossy de Palma nos recita una improvisación en la que nos habla de su descenso al infierno por amor, pero no se arrepiente de haberlo hecho porque "subió con dos ángeles". Nos está hablando del sufrimiento que padeció estando en una relación tóxica y que lo positivo que surgió de ella fueron sus dos hijos, quienes le dieron fuerza para salir de esa situación. Nos habla de cómo nos vemos atrapados en este tipo de relaciones sin que nos demos cuenta de ello, y realmente podemos verlo con objetividad al salir de allí, al salir del infierno.
Te atrapas sin que te des cuenta Te das cuenta cuando sales Piensas "¿cómo he llegado hasta aquí?"# Bagdad. Capítulo 7: Liturgia  Fuente Este es, quizás, uno de los capítulos más abiertos a interpretación y una de las canciones más populares del álbum. Comienza con la melodía de "Cry Me a River" de Justin Timberlake, quien dio permiso para que Rosalía la utilizara, con la siguiente letra:
Y se va a quemar, si sigue ahí Las llamas van al cielo a morir Ya no hay nadie más por ahí No hay nadie más, senta'íta dando palmasEste tema habla, entonces, desde la perspectiva de alguien que observa a la protagonista y sabe que es una víctima. La contempla hermosa pero llena de dolor, "bonita pero apená". Los transeúntes pasan junto a ella sin verla realmente, sin entender que ella está "atrapada en el infierno". En un infierno donde inevitablemente perecerá si no encuentra una salida. La canción mezcla lo sacro con lo carnal, pues el nombre de la misma, "Bagdad", hace alusión a la Sala Bagdad ubicada en Barcelona, un espacio enfocado en el sexo y el placer proporcionado por chicas que bailan al ritmo de la música. Al igual que estas chicas, la protagonista da palmadas junto a la música "que al compás por bulería parecía que rezaba" (y así conectamos con la "liturgia" —el acto de una ceremonia religiosa— anunciada en el título del capítulo) y llegamos a un hermoso estribillo adornado de un coro de voces blancas, elevando la canción a lo sagrado, en el cual nos repiten "Junta las palmas y las separa, junta las palmas y las separa". # Di mi nombre. Capítulo 8: Éxtasis  Fuente Como su nombre lo indica, en este capítulo se refleja la pasión de la mujer. Un momento frenético entre ella y su esposo, una "pausa" de la violencia y una especie de breve luna de miel, que suele ocurrir en las relaciones abusivas. Sin embargo, ni siquiera esta situación escapa completamente de la violencia (por esto coloqué "pausa" entre comillas) pues la mujer, acostumbrada al abuso y en medio de la situación en la que se encuentra, le dice al hombre:
Y átame con tu cabello A la esquina de tu cama Que aunque el cabello se rompa Haré ver que estoy ata'a Que aunque el cabello se rompa Haré ver que estoy ata'a (ata'a)Es aquí cuando comprendemos que la pasión viene acompañada de la agresividad que hemos visto en capítulos anteriores. Para la mujer, conseguir este placer es la única forma de liberarse momentáneamente de su prisión y, paradójicamente, le pide al hombre que la someta con sus cabellos, y aunque este se rompa ella fingirá que continúa atada, porque sabe que el objetivo de él es mantenerla bajo su dominio. # Nana. Capítulo 9: Concepción  Fuente Gracias al nombre de la canción, el título del capítulo y la ilustración de Filip Custic, podemos deducir rápidamente que la mujer ha quedado embarazada luego del éxtasis, y le canta una canción de cuna (nana) a su niño. De pronto escuchamos los primeros versos de la canción y la voz de Rosalía desborda una gran tristeza:
En la puerta del cielo venden zapatos Pa' los angelitos que están descalzosEs entonces cuando sabemos que el hijo de nuestra protagonista ha muerto y ella canta desde la aflicción, su canción de cuna es también una despedida. La lluvia manifiesta sus emociones en la nana:
Y cae la lluvia triste para mirarte Detrás de cada gota te mira un ángel# Maldición. Capítulo 10: Cordura  Fuente Tras haber perdido a su bebé, la mujer llega a su punto de quiebre y toma una resolución: ella sabe que, como sea, tiene que salir de la situación en la que se encuentra, tiene que salir del infierno, de la cárcel donde está atrapada, antes de que se queme definitivamente como ya nos alertaron en "Bagdad".
M'an dicho que no hay sali'a Por esta calle que voy M'an dicho que no hay sali'a Yo la tengo que encontrar Aunque me cueste la vida O aunque tenga que matarEvocando el título del capítulo, "Cordura", ella expresa que desearía estar loca y no querer, pues sabe que la decisión que ha tomado no es fácil de ejecutar; después de todo, alguna vez ella amó a ese hombre y deseó tener una vida a su lado, sin saber que él escondía un monstruo que llenaría su vida de dolor. Luego de unos sonidos de espadas y gritos de artes marciales al estilo anime (o de videojuegos), escuchamos la confesión de la mujer que ha asesinado a su agresor:
He deja'o un reguero De sangre por el suelo He deja'o un reguero Que me lleva al primer día Que te dije que te quiero Pa' saber lo que decías# A ningún hombre. Capítulo 11: Poder  Fuente Esta es la canción del empoderamiento y el cierre de nuestra historia. La protagonista asegura que no permitirá que ningún hombre "dicte su sentencia"; es decir, nunca dejará que un hombre la controle o lastime de nuevo. Ella está consciente de su propio valor y, gracias a la experiencia que sufrió a causa de su agresor, jamás olvidará lo que tuvo que pasar, por lo que dice que "tatuará sus iniciales en la piel" y así recordar por siempre el mal que le hicieron, y que logró liberarse del mismo. La mujer es libre al fin.
A ningún hombre consiento que dicte mi sentencia sólo Dios pue juzgarme sólo a él debo obediencia Hasta que fuiste carcelero yo era tuya compañero hasta que fuiste carcelero Voy a tatuarme en la piel tu inicial porque es la mía pa acordarme para siempre de lo que me hiciste un día de lo que me hiciste un día# La violencia de género en el siglo XXI  Fuente Como lo comenté en la parte I de este post, para crear la historia de este álbum Rosalía se basó en una novela del siglo XIV llamada Flamenca, en la que un hombre encierra a su esposa por celos y la maltrata. La cantante catalana nos llevó de la mano para que contempláramos, paso a paso, cada fase de la relación y, lo más importante: vimos ambas perspectivas. Tanto la mujer como el hombre tienen voz en la historia y las canciones en las que habla el personaje masculino (capítulos 2, 3 y 4) ponen sobre la mesa el lenguaje machista que se escucha incluso hoy en día en muchas relaciones de pareja. Es decir, el álbum nos hace reflexionar sobre la violencia de género en la actualidad porque, lamentablemente, El Mal Querer es un tema vigente con el que muchas nos podemos identificar. En 7 siglos estos síntomas todavía se mantienen y hay muchísimas mujeres que son víctimas de hombres que se creen dueños de ellas, de sus vidas, de su cuerpo y de sus decisiones. Cuando reflexionen sobre este tema al escuchar el álbum de Rosalía, presten especial atención a la letra y al video de "Pienso en tu mirá", que es el tercer capítulo del disco, "Celos". Como mencioné en la primera parte, esta canción ejemplifica perfectamente cómo frases que pueden ser tomadas erróneamente como románticas ("Tan bonita que amenaza/ Cuando callas me das miedo/ Tan fría como la nieve/ Cuando cae desde el cielo/ Cuando sales por la puerta/ Pienso que no vuelves nunca/ Y si no te agarro fuerte/ Siento que será mi culpa") ocultan en realidad un lenguaje violento y obsesivo. Gracias, Rosalía, por llevar al público un mensaje tan importante a través de tu arte. Todas las mujeres merecemos un "buen querer" y que seamos respetadas; no por ser mujeres, sino simplemente porque somos seres humanos dueños de nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestro destino.