
Esta convivencia con las palabras y cómo ellas fecundan mis días, este reencuentro en literatos como una tabla para el náufrago en el mar de sus desvelos, esta manera de no estar solo ayuda al vagabundo en su oficio.
OFICIO DE VAGABUNDO (VII)
No puedes con tu vida, vagabundo, pero serás feliz.
Donde sorprenda la noche y sus colmillos el paso se interrumpe.
No dudes en echarte con las sombras y los amores que se fueron y la sustancia del sol en tus desahucios.
Oyes la lluvia en tu portal. Los otros no son la huella, la piedad. No puedes, no puedes con tu vida, vagabundo