
Hoy, la continuidad de los saludos y la confluencia de mis afectos por aquí, junto a literatos porque me parece bien y porque es inevitable otro poema, entrar en su espiral.
OFICIO DE VAGABUNDO (III)
Una taza de café muy instruida. Algo de sexo leve con los ángeles ayuda al vagabundo. Son mejores los días lunes y las noches miércoles para este caos ardiente en los periódicos, esta predilección de ropa sucia por no volver, por ir, por la caída del agua que limpió los monumentos.