Hello fellow travelers, I hope you are doing well. Today I would like to invite you to visit Plaza Julio César Salas, located on Gonzalo Picón Avenue and 39th Street in the city of Mérida, Venezuela.
This small space was built in honor of an intellectual from Mérida, author of various bibliographic works, several sculptures, and a professional and personal career of excellence, which made him worthy of this monument in his name. This monument was declared a Site of Cultural Interest of the Nation in 2007.
Rediscovering this little square, which I had honestly forgotten about, brought back fond memories of the past, as one of my sisters used to live nearby and I would wait for her in this beautiful spot. I am glad to see that it is in good condition, because I had heard that it had been neglected.
The square is located between the flower market and one of the city's most important markets, called the peripheral market. It is a small square, but it has its charm. Starting with the bust in honor of Doctor Julio César Salas, this marble bust is quite realistic, with its gaze fixed on the beautiful mountains of the Sierra Nevada. The bust rests on a concrete pedestal covered in marble, which shows some damage. As stated on the pedestal itself, it was built in 1955.
Around the bust there are several paths surrounded by beautiful vegetation that fills the place with freshness. Something I really liked is that this vegetation is very varied, with some trees, one of which even has a bent trunk. I can imagine children playing with it.
Not only are there large and medium-sized trees, but also some low-growing ornamental plants. I was quite surprised to see a banana plant, as it is called in other countries. I think this is the first time I have seen a fruit plant in a public square.
To create a real contrast with the vegetation, this square also features some beautiful cactus plants, which are also not very common in this region of the state. But this is just a small sample of how diverse the flora is in the Venezuelan Andes.
I really like the layout of the planters and the use of rustic, natural materials such as stone in the finishes; this blends in very well with the surroundings.
My favorite view of the square was undoubtedly from this corner, which was filled with color thanks to these yellow and red flowers. I don't know their name, but these flowers are a reminder of how magical and perfect nature can be, and that we can also find beauty in simplicity.
The soul and life of places like these come from the people who take the time to enjoy these open spaces. Here you can clear your mind, relax, or even read a good book. That's why I invite you to enjoy these kinds of plazas, so that they remain alive for much longer. While they tell us about history, they cool us down from the heat and allow us to spend some time away from our routine.
Hola amigos viajeros, espero que se encuentren de maravilla. Hoy quiero invitarlos a conocer la Plaza Julio César Salas, la cual se encuentra ubicada en la avenida Gonzalo Picón, con calle 39 de la ciudad de Mérida, Venezuela.
Este pequeño espacio fue construido en homenaje a un intelectual merideño, autor de diversas obras bibliográficas, algunas esculturas y una trayectoria profesional y personal de excelencia, que lo hizo merecedor de este monumento en su nombre. Este monumento fue declarado Bien de interés cultural de la nación en el año 2007.
Reencontrarme con esta pequeña plaza, que sinceramente había olvidado, trajo gratos recuerdos del pasado, ya que una de mis hermanas vivía cerca de aquí y solía esperarla en este bonito espacio. Me alegra encontrarla en buen estado, porque había escuchado que se encontraba en estado de abandono.
La plaza está ubicada entre el mercado de las flores y uno de los mercados más importantes de la ciudad, llamado el mercado periférico. Es una plaza pequeña, pero tiene su encanto. Comenzando con el busto en homenaje al Doctor Julio César Salas, este busto de mármol es bastante realista, con su mirada fija en las hermosas montañas de la sierra nevada. El busto se encuentra apoyado sobre un pedestal de concreto revestido en mármol, en el cual se aprecian algunos daños. Como dice en su propio pedestal, fue construido en 1955.
Alrededor del busto existen diversas caminerías rodeadas de una linda vegetación que llena de frescura el lugar. Algo que me gustó mucho, es que esta vegetación es muy variada, con algunos árboles, incluso uno de ellos tiene su tronco doblado, puedo imaginarme a los niños jugando con él.
No solo se encuentran árboles grandes y medianos, sino algunas plantas ornamentales de poca altura. Me sorprendió bastante ver una planta de cambur o banana como le llaman en otros países. Creo que es la primera vez, que observo una planta frutal en una plaza pública.
Para crear un verdadero contraste con su vegetación, en esta plaza también se lucen unas hermosas plantas de cactus, algo que tampoco es muy común en esta región del estado. Pero esto es una pequeña muestra de lo diversa que es la flora en los Andes venezolanos.
Me gusta mucho la distribución de las jardineras y que usaran materiales rústicos y naturales como la piedra en sus acabados; esto compagina muy bien con todo el entorno.
Mi vista favorita de la plaza, sin duda, fue desde esta esquina llena de color gracias a estas flores amarillas y rojas. Desconozco su nombre, pero esta flor es un recordatorio de lo mágica y perfecta que puede ser la naturaleza y de que en la simplicidad también podemos encontrar belleza.
El alma y la vida de lugares como estos, lo dan las personas que se toman un espacio de su tiempo para disfrutar de estos espacios abiertos. Aquí puedes despejar tu mente, descansar o incluso leer un buen libro. Por eso, los invito a disfrutar de este tipo de plazas, para que se mantengan vivas por mucho más tiempo. Mientras nos cuentan de historia, nos refrescan del calor y nos hace pasar un rato diferente en medio de la rutina.
Until next time, a million blessings to your families.
Hasta la próxima, un millón de bendiciones a sus familias.
