“Qué difícil es decir adiós, aún más cuando no quieres hacerlo.
Ahora que sé que te vas a marchar, te necesito un poco más pegada a mi, abrázame más fuerte.
Dime que me amas, haz que no lo olvide.
Voy a extrañarte,
y tus mensajes,
y tus histerias y tus celos absurdos,
tu forma de hacer el café.
Mi amor, no podíamos
haberlo hecho mejor y peor a la vez. Tal vez, fuimos el desastre más bello. Te quiero.
De eso no tengo duda, sé que en alguna parte de mi retorcida mente hay amor, y es tuyo.
Los dos somos lo bastante fríos como para saber que los amores a distancia no sirven, o no sirve para nosotros.
Vamos a alguna parte, compremos algo de licor, y pasemos la noche juntos. Será la última. Mañana estarás en un avión a no sé cuántos kilómetros, no importa, me estás comprando un tiquete a ninguna parte. Siempre habrá un lugar, un olor y una canción que me recuerden a ti.
Quítate el pantalón y quítame la camisa…
comencemos a olvidar”.
.
.
.
.
.
Dorian A 🖋️