Como si el universo estuviera conspirando para robarme la paz, hace tres días me entero que le debo un dinero fuerte a la empresa de luz. Lo curioso es que yo no vivo en esa casa hace mas de tres años. Al parecer mis inquilinos, los fantasmas, tienen el aire acondicionado prendido todo el día.
Lo peor de todo es que después de consultar con una vecina y amiga, esto no es fuera de lo común. Me aconseja mi vecina que pida un cambio de medidor, pero que también aunque esto pase, igual tendré que pagar esta cuenta. Quizás para otra persona $210 no sea la gran cosa, pero para mi, eso suena cómicamente ridículo. Ni siquiera cuando vivia en esa casa yo vi cuentas de luz con esos números. Creo que tendría que tener unos 4 aires acondicionados prendidos todo el día para que se den esas cuentas.
Estas son las cosas que dan coraje de nuestro país. Si, Ecuador es lindo, Ecuador es un pais bendecido, pero así también, Ecuador es un país donde los gobiernos olvidan al pueblo y las empresas privadas y estatales se aprovechan porque pueden. Lo triste de todo esto: No tengo otra opción.
Si uno pudiera cambiarse de empresa seria increíble, pero esa otra empresa aun no existe y me imagino que jamás existirá. A esto se llama monopolio, y pues cuando hay monopolio, no hay porque dar buen servicio ni ser justos con el cliente. Porque? porque no son clientes, son presos.
A todo esto estoy a tan solo días de tener que cumplir otras obligaciones y tengo que ver que de sombrero mágico saco una respuesta. Me tendré que ir a Guayaquil, cosa que no disfruto mucho si soy sincera, pero peor aun, tendré que bajar cabeza y pagar esta injusticia para ver si después me ayudan. Esa ayuda seguro que vendrá tan tarde que primero estaremos celebrando el año nuevo antes de que me den solución.
Fin del comunicado
Dra Chelita