En la provincia de Camagüey, Cuba, se encuentra un municipio que combina modernidad con paisajes que parecen salidos de un poema: Nuevitas. Montañas verdes, horizontes infinitos y un mar siempre cercano le dan a este lugar una belleza única. Desde lo alto de cualquier colina es posible contemplar cómo la tierra y el mar se funden en un horizonte que transmite paz y serenidad.
Nuevitas no es solo naturaleza: también guarda la memoria del nacimiento de Camagüey. En 1514, Diego Velázquez de Cuéllar fundó aquí la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, uno de los primeros asentamientos coloniales de Cuba. Su bahía ofrecía un puerto natural estratégico, pero esa ventaja atrajo también ataques de corsarios y piratas.
Hacia 1528, la villa fue trasladada tierra adentro, a los llanos centrales donde hoy se levanta la ciudad de Camagüey, buscando mayor seguridad. El recuerdo de aquel origen costero quedó en el nombre de la villa, primero conocida como Puerto del Príncipe y, más tarde, tras la independencia, como Camagüey.
Aun así, Nuevitas nunca perdió su importancia: su puerto siguió siendo esencial, sobre todo en el siglo XIX, cuando se convirtió en un centro clave para el comercio azucarero de la región.
Pero Nuevitas, además de todo esto, es también considerado un lugar de cultura viva y espíritu poético. Y es casi imposible pasar por aquí sin mencionar esos hospitalarios amigos nueviteros, que nos abrazan siempre con su catisma y su buena energía, Ruth y Tomás. Pasar por Nuevitas y no verlos, es perderse gran parte de su actual tradición y su poesía. Ruth y Cano, son si dudas, de los grandes poemas que tiene esta localidad.
Nuevitas también es tierra de inspiración. Su gente, hospitalaria y cálida, recibe al viajero con orgullo, deseosa de compartir las bellezas de su municipio. Aquí florece una rica vida cultural, con poetas, trovadores y soñadores que encuentran en sus paisajes motivos constantes para escribir y cantar.
Durante la Cruzada Literaria de este mismo 2025, recientemente concluida en este mismo mes de Agosto, tuvimos la oportunida de volver a ir y de corroborar lo dicho, una vez más.
🌏 Un destino que no te puedes perder
Visitar Nuevitas es una experiencia que combina historia, mar, montañas y cultura. Es un lugar que transmite paz, inspira poesía y recuerda que allí comenzó la historia de una de las ciudades más grandes y culturales de Cuba.
Todo viajero que pase por Camagüey debería dedicar un tiempo a descubrir Nuevitas, un pedazo de Cuba que enamora al alma y deja en cada visitante una huella inolvidable.
Nuevitas: the natural, historic, and poetic treasure of Camagüey
In Camagüey province, Cuba, lies a municipality that blends modernity with landscapes worthy of poetry: Nuevitas. Green mountains, endless horizons, and the ever-present sea give this place a unique beauty. From the top of any hill, one can watch how land and ocean merge into a horizon that radiates peace and serenity.
Nuevitas is not only about nature: it also preserves the memory of Camagüey’s birth. In 1514, Diego Velázquez de Cuéllar founded here the town of Santa María del Puerto del Príncipe, one of Cuba’s earliest colonial settlements. Its bay offered a natural harbor, strategic for navigation, but it also attracted corsairs and pirates.
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